Guardia Civil.
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España
espacioseuropeos (22/7/2016)
La AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) publica en su página de internet un artículo titulado Los estragos del acoso sexual y laboral en la Guardia Civil, en el que, entre otras cosas, afirma que “El caso sufrido por una agente con destino en Murcia, y denunciado por AUGC tras sufrir presuntamente durante 4 años acoso sexual y laboral continuado ha hecho a la Institución toparse de frente con una realidad que no quiere ver, y mucho menos solucionar”.

Dentro de la Guardia Civil –se afirma en el mismo texto- “el acoso es un grave problema  que está lejos de resolverse. Nuestro Protocolo de Acoso del 2013 surge ante la reiterada petición de AUGC de aplicación del Protocolo ya existente en la Administración General del Estado”.

Se quejan los miembros de esta asociación de que “la Guardia Civil, en su síndrome de Estado Vaticano, en lugar de incluirnos en dicho protocolo crea uno exclusivo bajo la excusa de ser un cuerpo singularizado. Este protocolo es absolutamente ineficaz en materia de prevención y carece de las garantías mínimas para la víctima, al no contemplar ni siquiera un sistema de plazos para iniciar el proceso”.

Los protocolos de actuación son “no garantistas”, y se puede dar el caso de que el “propio instructor del protocolo sea el mando denunciado, que se archive sin haberse entrevistado a la víctima o que ésta no participe en el protocolo el servicio de Psicología y el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, pues no hay obligación”.

AUGC denuncia, asimismo, que los miembros de este cuerpo trabajan en un “contexto militarizado y altamente jerarquizado” donde los medios de represión son excesivamente duros, como es la aplicación del Código Penal Militar por el cual puedes ir a la cárcel por insulto a un superior o la aplicación de un régimen disciplinario durísimo.

Otro aspecto muy interesante que apunta esta asociación en su nota de prensa es el recelo y desconfianza que tienen acerca de la independencia del  Servicio de asistencia de Psicología en la Guardia Civil, ya que la “obediencia debida” en esta institución militarizada “les perjudique produce desafección; la mayoría de los casos acaban siendo atendidos por profesionales fuera del contexto interno”.

El acoso, por ejemplo, no es asumido por la institución y mucho “menos el relativo a las mujeres” –y citan unas manifestaciones del actual Director General de la Guardia Civil hechas en el Pleno del Consejo de la Guardia Civil de fecha 18-12-14-, en las que afirmó tajantemente que en la GC “no existe acoso laboral, ni sexual”.

Los casos de acoso sexual derivan al Tribunal Militar “donde por ejemplo el acoso sexual  se dulcifica con figuras jurídicas como abuso de autoridad o trato degradante a un inferior”.

AUGE reconoce que el acoso existe en la Guardia Civil y “ocultarlo o mimetizarlo bajo el paraguas del ámbito militar es un error que pagan las víctimas. Sólo la prevención, la formación, la información y un articulado claro sin ambigüedades y garantista ayudará a combatirlo”.