España
espacioseuropeos (1/8/2016)
Quizás con cierto retraso, nos hacemos eco de la conferencia pronunciada por Manfred Max-Neef en la Universidad Internacional de Andalucía, titulada “El mundo en rumbo de colisión”. Manfred Max-Neef es un prestigioso economista y ambientalista chileno, ganador del Premio Nobel Alternativo de Economía (Right Livelihood Award) y autor de dos obras, que no pocos consideran trascendentales: Economía Descalza  y Desarrollo a Escala Humana.

La Hipótesis del Umbral de Max-Neef, sostiene que a partir de un determinado nivel del desarrollo económico, la calidad de vida comienza a disminuir; transformando la felicidad relativa de las personas en soledad y alienación. “El desarrollo puede seguir infinito, pero el crecimiento no” afirma Max-Neef.

El video que presentamos, en el que se recoge la conferencia impartida por Max-Neef en la Universidad Internacional de Andalucía, bajo la convocatoria Luzes Diálogos en La Rábida, es una verdadera clase sobre  las relaciones entre economía y medio ambiente.

En las redes sociales, han dejado este texto sobre el video que exponemos:dINERO

Deliciosas son sus palabras finales (que transcribo) a partir del minuto 52, en donde se refiere a los típicos, cariñosos y dañinos consejos paternales acerca del encaramiento de la vida: “Mi conclusión a estas alturas, de 77 años de acumulada juventud, es que (…) si viven toda la vida haciendo lo que les conviene, es una vida bastante miserable. Ustedes no tienen que hacer lo que les conviene, ustedes tienen que hacer lo que tienen que hacer. Eso es lo único que les dará la satisfacción cuando lleguen a viejos… haber sido consecuentes consigo mismos. (…) La gente que sabe exactamente para dónde va, es la que nunca descubre nada, porque se da lo que llamo la obsesión del punto fijo: estoy aquí y tengo que llegar allá, y en consecuencia, todo lo que hay entremedio se percibe como obstáculos que deben ser superados (…) Y es en esos presuntos obstáculos que está toda la aventura de la vida. Entonces me la paso con anteojeras en una vida pobre. El consejo es derivar en estado de alerta, y derivar no es dejarse llevar por la corriente”.