Mi Columna
Eugenio Pordomingo (13/9/2016)
A José Manuel Durao Barroso, el hombre del que casi nunca se menciona que salió en la fotografía de las Azores, el expresidente de la Comisión Europea durante diez años, y otrora Primer Ministro de Portugal, le han sido retirado los privilegios que como ex de la UE tiene. Este hombre, de origen político maoísta; militó en el MRPP portugués, de donde fue expulsado debido al robo de un camión de muebles de la Facultad de Derecho durante los días de la Revolución de los Claveles. Corría el año 1974, la dictadura había sido obligada a dejar el poder, y Barroso se apresuró a afiliarse al Partido Social Demócrata (PSD) portugués, alcanzando su liderazgo tras duros años de brega. Que sepamos, a día de hoy, ni ha dimitido ni le han retirando el carné de afiliado.
Nos dejamos atrás su etapa en los 80, en la que gozó de los privilegios de ocupar importantes cargos, entre ellos el de Ministro de Asuntos Exteriores (1992-1995). En 1995 fue elegido diputado en el Parlamento de Portugal. Y el 6 de abril de 2002, consigue que le aúpen a Primer Ministro. Destacó por su conservadurismo económico y social, pero sobre todo por su apoyo desmedido a la invasión de Irak.
El Consejo de Europa le eligió como presidente de la Comisión Europea en junio de 2004; y como ellos se lo guisan y ellos se lo comen, en septiembre de 2009 le ampliaron, por cinco años, su permanencia en el cargo. Quizás fue parte del pago por el apoyo de la UE a la belicosidad del presidente estadounidense George W. Bush.
La elección de Jean-Claude Juncker, en julio de 2014, como Presidente de la Comisión Europea, iba a traer consecuencias desagradables para Barroso, pero poco más.
Tras esa prejubilación, Durao Barroso no se fue a descansar a Madeira ni a las paradisíacas playas de Cabo Verde. Desconozco si viajó al bellísimo –eso dicen- Archipiélago de Bocas del Toro en Panamá. Seguro que no. Él tiene su cabeza obsesionada con el business activity. De acá para allá, moviendo influencias, ofreciendo su know-how . Tanto esfuerzo tuvo su fruto. En julio de este año fue nombrado presidente no ejecutivo de Goldman Sachs International (GSI), que fue uno de los máximos responsables de la crisis financiera de 2008. Goldman Sachs también se dedicó a manipular (blanquear) las cuentas que el gobierno griego presentó a la UE.
Como casi todos saben, o deberían saber, Goldman Sachs International, es un banco estadounidense de inversiones que se dedica a lo que se dedica, que no es más que a hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. Banco que jamás pisaría, por ejemplo, la Madre Teresa de Calcuta, pero en el que ha trabajado, Luis de Guindos, nuestro actual Ministro en funciones de Economía.
El nombramiento de Barroso no gusto a ciertos poderes de la UE. No sé si por envidia, vergüenza o temor a las críticas de los crispados ciudadanos europeos. El caso es que Jean-Claude Juncker, se ha visto obligado a dar un suave puñetazo sobre la mesa y ordenar que se analice el contrato que une a Barroso con Goldman Sachs, así como revisar los privilegios de los que goza el expresidente de la Comisión Europea.
Todo parece indicar que, a partir de ahora, Barroso pisará las instituciones europeas como un lobista más. El caso es que esas instituciones están plagadas de lobista que compaginan esa función con la de alto funcionario, parlamentario, ministro o presidente de algunos de los países que forman y conforman la UE.
En cualquier caso, la medida de retirarle los privilegios a Barroso es la primera vez que se toma y sería plausible que no fuera la última.
No obstante, da la impresión que todo va a quedar en que Barroso ha perdido los privilegios de “ser recibido” como expresidente de la Comisión Europea, y que en adelante será considerado un lobista más. Quizás, quizás, tenga que pasar por los arcos de seguridad, los que detectan si se portan armas o algún explosivo.
Eso sí, no se le va a retirar la PENSIÓN VITALICIA de 18.000 euros mensuales que comenzará a percibir cuando cumpla los 65 años, allá por marzo de 2027.
En fin…