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espacioseuropeos (26/9/2016)
La entrevista que el digital El Español ha mantenido con un  sicario (anónimo) no nos descubre nada nuevo. No por eso deja de ser interesante. Las “actividades” de la criminalidad organizada y los precios que se pagan por “asesinar por encargo” salen a la luz. En la entrevista mantenida con El Español, el sicario comenta que los asesinos más baratos son los colombianos “que viven en Madrid, ya que -según sus palabras- por 500 euros pueden matar a quien sea y como sea”. Los italianos –afirma el sicario- “tienen un precio fijo de 5.000 euros y siempre utilizan el mismo método: dos disparos en la cabeza”. Pero, de acuerdo con el código de la mafia italiana “nunca matan a mujeres o a niños”, dice.

Los sicarios más caros son los que trabajan con el narcotráfico, ya que se embolsan un porcentaje de la droga robada –afirma O.A., iniciales de su identidad-,  que manifiesta ser de origen italiano, aunque vive y “trabaja” en España desde hace varios años. La profesión que ejerce, sicario, la aprendió en Nápoles, según afirma.

«He matado entre veinte o treinta hombres», confiesa fríamente O.A. en perfecto castellano, mientras repite una vez más que su código le impide matar a mujeres o niños, según la fuente.

La entrevista se realizó tras el brutal asesinato de una familia brasileña en Pioz, localidad de Guadalajara, donde los padres fueron descuartizados y dos niños de uno y cuatro años, degollados: «No hay duda de que se trata de profesionales, nadie actúa tan fríamente y de forma tan efectiva», asegura A.O. Para él, ese crimen está relacionado con el narcotráfico o es un ajuste de cuentas.

En el transcurso de la entrevista, no oculta que a él le contrata gente de su país, Italia. No oculta que en «matar en España es barato».

Preguntado por el entrevistador sobre las mafias de otros países, afirma que Rumanía o Bulgaria “suelen cobrar un poco menos que los italianos, pero están especializados en torturas”, como «arrancar uñas, queman la planta de los pies, parten brazos o piernas, meten palizas…».

Con toda frialdad afirma que los sicarios más costosos son aquellos que trabajan con el narcotráfico. Son «limpios, discretos, eficaces… Como en Pioz».