Teodoro Nguema Obiang, Teodorín
Teodoro Nguema Obiang, Teodorín

Guinea Ecuatorial
espacioseuropeos (2/10/2016)
No hay duda que la preocupación del dictador Teodoro Obiang Nguema va en aumento a medida que se acerca el día del juicio en el que se verá obligado a comparecer su primogénito Teodoro Nguema Obiang, más conocido como Teodorín. Con esa preocupación el gobierno guineano ha pedido a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que tome «medidas provisionales» para suspender los procedimientos abiertos en Francia contra Teodoro Nguema Obiang Mangue, «Teodorín», hijo del presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang Nguema”, según información del propio CIJ.

La petición del gobierno guineano –o sea, Obiang Nguema– pide que se establezcan “acciones provisionales», a la espera de la decisión que los jueces puedan actuar en el proceso que Guinea Ecuatorial ha iniciado contra Francia, con el objeto de tratar de paralizar el juicio que contra Teodorín lleva la Justicia francesa.

La petición de Guinea Ecuatorial pide al CIJ que actúe con urgencia, debido a la inminencia del juicio contra el primogénito de Obiang Nguema. Las medidas provisionales que  solicita el gobierno guineano incluyen la orden de que París suspenda todos los procesos en los que el hijo del dictador se encuentra inmerso. Asimismo, se pide que París se abstenga de abrir otros nuevos.

Por si fuera poco, el gobierno guineano pide también que la Justicia francesa decrete la “inviolabilidad del edificio situado en el número 42 de la Avenida Foch en París”, sede de la Embajada de Guinea Ecuatorial en Francia.

Hay que recordar que la Justicia francesa inició en 2010 una investigación sobre el patrimonio inmobiliario que pudiera tener Teodorín en Francia adquirido con dinero del erario público guineano. En la investigación por  «bienes mal adquiridos”, están incluidos otros líderes africanos, como Denis Sassou Nguesso, presidente del Congo y  el difunto jefe de Estado de Gabón, Omar Bongo.

Un año más tarde, la Justicia gala procedía a confiscar varios vehículos de gama alta, el mobiliario y objetos de valor  (obras de arte, etc.), que se encontraban en un palacete de más de 6.000 metros cuadrados que Teodorín tenía en la lujosa Avenida Foch de París.

La desesperada petición del gobierno al CIJ, revela la grave situación por la que atraviesa la dictadura guineana. Esa “desesperación” ha llevado a la dictadura guineana a caer una y otra vez en tratar de acabar con cualquier conato de oposición, venga de guineanos o de españoles. De hecho, a mediados del mes de agosto de este año, fueron detectados en Madrid (zona sur y noroeste) algunos individuos  guineanos que “trataban”, aparentemente, de localizar a ciertas personas, entre ellas a algún empresario español que lleva denunciando haber sido agredido y  robado en la República de Guinea Ecuatorial.

Lo cierto es que, los servicios de seguridad españoles tuvieron información de que “sicarios” guineanos se encontraban en España, destacando de inmediato a un grupo de funcionario a Malabo para tratar sobre ese delicado tema.

Al parecer, el grupo de “sicarios” se encuentra desde hace días en la capital guineana. ¿Hasta cuándo?