001España
A. D. (15/10/2016)
Aunque ya se sabía, están resultando interesantes las declaraciones de Francisco Correa en la Audiencia Nacional. Me refiero –en este caso- a los lujosos regalos que hacía, entre otros, a la familia formada por Ana Mato y Jesús Sepúlveda. Entre esas  dádivas –según Correa– están coches, viajes a él y su familia, fiestas privadas (cumpleaños y primera comunión), además de abultados sobres.

Ana Mato, persona de confianza de José María Aznar, y después de Mariano Rajoy,  siempre ha negado desconocer esos regalos, sobre todo el del tan cacareado coche Jaguar, despistada ella. Pero mira por donde Correa le había regalado a la familia otros dos vehículos más, por supuesto de alta gama: dos Range Rover. Pero, ella despistadísima, ni se enteraba.  Ahora Correa, Don Vito –como le gusta que le llamen- lo ha declarado en la AN. Ella ni se enteraba de los regalos, ni de los coches, ni de nada, pero se beneficiaba de ello.

Tras unos fuertes hachazos a la Sanidad Pública, además de su incapacidad manifiesta para gestionar la “crisis del ébola”, se vio obligada a abandonar la cartera de ese ministerio. Menos mal que Mariano Rajoy, no se ha olvidado de ella. Y prueba de que es así, ha creado un puesto de trabajo –muy bien remunerado- en Bruselas, donde aparte de alejarse de la vorágine mediática de la trama Gürtel, el presidente en funciones se quita de en medio a la exmujer de Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Ana Mato va de “asesora local” de los eurodiputados del Partido Popular, puesto goloso que la permite trabajar desde su casa, aunque tendrá que viajar a menudo al Parlamento Europeo cuando las necesidades del grupo del PP lo requiera, pero, sobre todo, cuando convenga que esté allí.

Mato, que fue indultada en el proceso de la trama de corrupción Gürtel, como partícipe a “título lucrativo”, compatibilizará el nuevo puesto de trabajo con el de directora de la Universidad Europea, “foro de expertos en Bruselas creado por el Partido Popular”.

No parece nada ejemplar que el PP “recoloque” a Ana Mato en un puesto en el Parlamento Europeo, institución que sostienen financieramente los ciudadanos europeos, cuando se ha estado beneficiando, aunque no lo supiera, de las corruptelas –supuestas, de momento-  en las que su exmarido, Jesús Sepúlveda, estaba metido.

¡Vergonzoso, Mariano, vergonzoso!