CPedro Sanchez après l'annonce de sa démission de la tête du Parti socialiste espagnol, le 1er octobre 2016.
CPedro Sanchez après l’annonce de sa démission de la tête du Parti socialiste espagnol, le 1er octobre 2016.

España/Francia
espacioseuropeos (2/10/2016)
En un texto publicado por Erika Olavarría, Radio Francia Internacional nos aporta su opinión sobre lo que entienden ha sido la crisis socialista actual. Lo primero que nos llama la atención es el titular, “Dimite el presidente del PSOE”. Como es sabido, Pedro Sánchez, no era el Presidente del PSOE, sino el Secretario General. El texto dice así:

Pedro Sánchez sucumbió a una rebelión interna hostil a su estrategia de oposición frontal a la derecha a través de un gobierno alternativo con la izquierda. Antes los malos resultados en las últimas elecciones, sus detractores prefieren resignarse a la oposición, y rehacerse antes de intentar de nuevo llegar al poder.

«Estas votaciones no valen, tienen que ser todos los militantes los que elijan», gritaba un militante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en las afueras de la sede de esta casa política en Madrid, pero su reclamación llegaba demasiado tarde. Tras diez horas de un congreso federal de la dirección del partido el líder, Pedro Sánchez, renunció a su cargo al perder una votación decisiva. Para hacer frente a una rebelión interna que estalló el miércoles, Sánchez había propuesto celebrar un congreso extraordinario para revalidar su liderazgo en la cuerda floja. Pero el comité federal decidió, por 133 votos en contra y 107 a favor, tumbar su propuesta: «he anunciado al comité federal la dimisión de la comisión ejecutiva federal y también de mi persona como secretario general», anunció Sánchez.

La idea de fondo de Sánchez era buscar con sus 85 diputados (frente a los 137 del PP) un gobierno alternativo, que habría requerido el apoyo de los izquierdistas de Podemos y de los nacionalistas catalanes, dos potenciales aliados de los que recelan mucho en las filas socialistas. Pero el miércoles casi la mitad de la ejecutiva federal, la cúpula dirigente del partido, dimitió en bloque en contra de esta medida y con el objetivo de derribarlo.

Desde ese día, el sector disidente no reconocía su autoridad, y anunció que prefería confiar la dirección interina del partido a una gestora. De hecho tras la partida de Sánchez la formación estará dirigida de forma interina por una gestora, la cual «contará con mi apoyo leal», según dijo Sánchez. La nueva gestora tendrá probablemente 11 miembros y estará dirigida por el discreto presidente socialista de Asturias, en el norte del país, Javier Fernández.

Esta situación de crisis de los socialistas le allana el camino al conservador Mariano Rajoy, jefe de Estado saliente, y podría poner fin a la parálisis en que se encuentra este país después de nueve meses. Lo más importante, España evitaría ir a elecciones generales el próximo diciembre, por tercera vez en un año.

El líder del partido alternativo Podemos, Pablo Iglesias, que participaba del proyecto de Sánchez, condenó este resultado a través de Twitter: «Se imponen en el PSOE los partidarios de dar el gobierno al PP. Frente al gobierno de la corrupción, nosotros seguiremos con y por la gente».