Internacional
Alejandra Durrell (24/12/2016)
Qué casualidad, pero últimamente les da a los terroristas por olvidarse el DNI o el pasaporte en cualquier sitio. Por ejemplo, en el 11-M, el pasaporte de uno de esos terroristas, limpio, inmaculado, entre las cenizas de los escombros de las Torres Gemelas. Ahora, en Berlín, el autor –ya ni se dice presunto- del macabro atentado, se dejó en el camión (el arma del delito) su documentación personal (NI).
Ahora nos llega la noticia, calentita, e que la Policía italiana, la de Milán, ha matado al presunto terrorista de Berlín, Anis Amri, considerado el principal sospechoso. Al parecer, Amri disparó contra unos policías cuando le solicitaban su identificación. Según esa información, un policía resultó herido en un hombro, pero un compañero reaccionó y abatió al presunto terrorista, un tunecino de 24 años de edad.
Como ya conocen nuestros lectores, la información facilitada afirma que Anis Amri fue la persona que robó el camión, mató al conductor y se lanzó contra el numeroso público que se encontraba en el mercadillo navideño.
“Sin sombra de duda», ha dicho Marco Minitti, ministro de Interior italiano, al ser preguntado por la identificación del tunecino muerto. La muerte de Amri acaeció en la madrugada de hoy.
Asunto resuelto. Pero nos hemos quedado sin saber nada más de ese joven tunecino. ¿Quién le ayudó? ¿Quién le facilitó la pistola? ¿A quién pertenecía ese arma? ¿Quién o quiénes han sido los autores intelectuales de ese horrendo atentado?