Accidente, que se pudo evitar, del Yakolev 42

España
Raúl Peña Mateo (5/1/2017)
Misión en el extranjero de militares españoles, España, no tiene avión propio en que mandarles, o mejor dicho, decide no usarlos.

Se prepara una partida de 189.000 euros para ello, se contrata a una empresa, que contrata a una empresa, que contrata a una empresa que contrata a una empresa Ucraniana a la que le llegan 32.000 euros para trasportarles. Los 157.000 € restantes… se van quedando por el camino.

La seguridad de esos vuelos es lamentable, pues con ese importe, la única forma de que sea rentable para la compañía ucraniana es ahorrar dinero en seguridad, pilotos, formación, materiales etc., etc.

Se alerta al Ministerio de Defensa, en repetidas ocasiones, de que es extremadamente peligroso volar en esas condiciones. La última vez, un mes antes de la catástrofe.

Las advertencias son ampliamente ignoradas, el ministerio, hace caso omiso pese a que es su responsabilidad, asegurar que se cumplan las condiciones, tanto jurídicamente en lo que respecta a su subcontratación, como moralmente como humanamente.

El Yakolev 42 en el que viajan los militares españoles se estrella al intentar tomar tierra en Turquía. 75 personas, entre ellas 62 militares españoles fallecen.

A la zona se desplaza el Ministro de Defensa, Federico Trillo, máximo responsable, y diversos jueces militares para levantar los cadáveres y trasportarlos a España. Ha de hacerse cuanto antes, pues es duro políticamente que militares españoles fallezcan en el extranjero, y se quiere hacer un gran funeral con cámaras, medallas y profusión de banderas españolas.

Los jueces militares sobre el terreno, tienen algunas disputas al respecto; la máxima autoridad dirime como es natural cual ha de ser el proceder.

Tiempo después, algunos familiares, piden pruebas de ADN, alertados por lo que no termina de cuadrarles. Se descubre a través de ellas, que el Ministerio de Defensa, no les entregó los restos de sus familiares para honrarles, enterrarles, incinerarles o lo que tuvieran a bien.

Tras una catástrofe aérea, no entraremos en detalle, la identificación de los restos es laboriosa, compleja y cara. (En esta parte de la descripción la historia es macabra y dolorosa, pero ha de ser contada).

Se decidió en su momento, que con los restos encontrados no identificables, se dividieran por las personas no identificadas y se hicieran «Paquetes» a la familia Pérez-Salmerón le damos esto y le decimos que es su padre, a la familia Jiménez Ugarte, le damos esta parte y le decimos que es su hijo, esto de aquí, uhm, va a ser la tía Laura Peña, etc., etc.

No se da a los familiares las indemnizaciones que reclaman, algo tristemente familiar en las catástrofes aéreas en España.

No se depura ninguna responsabilidad.

Ninguno de los implicados en la gestión del vuelo, tiene menoscabo en sus carreras. Más al contrario, algunos son promocionados.

El máximo responsable, Ministro de Defensa, Federico Trillo, es nombrado embajador de España ante el Reino Unido. Se traslada a vivir a la embajada española en Londres tras presentarle sus cartas credenciales a la Reina de Inglaterra.

A principios del 2017, el Consejo de Estado (una de las más venerables y prestigiosas instituciones de España, formada por ex presidentes del gobierno, etc., etc., dictamina que el Ministerio de Defensa actuó irresponsablemente al no procurar la seguridad de los vuelos en los que sus soldados habían de viajar.

Raúl Peña.

Diversos partidos de la oposición, entre ellos Podemos piden la inmediata destitución de Federico Trillo como embajador, repugnados y avergonzados de que semejante persona sea la representante de nuestro país. No que el ex ministro dimita honrosamente y sea nombrado embajador de nuevo en unos meses, o director general de algo, no, destitución con deshonor.

Mariano Rajoy, el presidente de todos los españoles y españolas, declara «Eso ya está sustanciado judicialmente lo que había que sustanciar. Ocurrió hace muchísimos años…».

Los grupos de la oposición, registran peticiones de comparecencia en el Congreso de los Diputados, y piden insistentemente la destitución de Trillo.

El gobierno, como no puede ser de otra manera, ante tamaña ignominia, decide…

Y hasta día de hoy, hasta aquí puedo leer.

N. de la R.
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Raúl Peña Mateo es colaborador de la Tertulia Espacios Europeos.