Luis Fraga, ex senador del PP (foto de archivo).

España
Espacios Europeos (24/3/2017)
Los asuntos pendientes sobre corrupción parece que empiezan a complicarle la vida a Mariano Rajoy. El asunto de Murcia echa chispas y en breve lo comentaremos con amplitud. Llamativo es el silencio que mantiene ahora Francisco Correa, que ha encrespado al Fiscal y al juez que llevan el caso. Correa dice y se desdice y así lleva tiempo, quizás esperando llegar a un acuerdo con sus ´socios´ populares. Y por si fuera poco, se suma la reciente confesión del exsenador Luis Fraga, sobrino del fallecido Manuel Fraga Iribarne.

El sobrino de Fraga ha admitido en el juicio del caso Gürtel que en el PP había una ´caja B´ y que recibió sobres con dinero que le entregaba Luis Bárcenas. Y, por si fuera poco, ha admitido que algunos bancos suizos le cobraban menos intereses por ser “muy amigo” de Bárcenas: “El hecho de que yo tuviese una cuenta en Suiza y que fuese amigo de Bárcenas hace que me tratasen bien allí y me cobrasen menos intereses”, afirmó en su declaración como testigo en el juicio que se sigue contra Bárcenas, que se enfrenta a una petición de cárcel de 42 años y medio.

Ha sido muy interesante el “rebautizo” que ha hecho el exsenador Fraga  de los ´papeles de Bárcenas´, que  ha definido como los ´papeles de Génova´, en los que se recoge la supuesta contabilidad B del PP.

Fraga reconoció haber recibido en metálico dinero de los ex tesoreros Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta, para las campañas electorales de los años 2004 y 2008. Pero reconoce que no firmó nada, aunque dijo que los dos tesoreros anotan las cantidades entregadas en sus respectivas libretas. Asimismo, reconoció haber pagado en metálico parte de la compra de una vivienda, pues según él hacerlo así era habitual por entonces.

Tras declarar su amistad con Bárcenas, el exsenador reconoció haber hecho una transferencia de 15 o 20 millones de pesetas a una cuenta del extesorero popular, y que ese dinero era la devolución de un préstamo que firmaron con un simple apretón de manos.

Luis Fraga aprovechó la ocasión para tratar de dejar en evidencia al también extesorero Rosendo Naseiro, que mantuvo la tesis de que Bárcenas no sabía nada de cuadros y que no había hecho ningún negocio con él. Fraga afirmó que ambos habían hecho negocios juntos y que, además, solían participan en los almuerzos que organizaba Bárcenas en su casa, a los que solían acudir, Álvarez Cascos, Rodrigo Rato, Javier Arenas, Pio García Escudero y otros jerarcas del PP.

No hay duda que la amistad entre Fraga y Bárcenas es antigua y de altura, como lo demuestra «La Expedición de las Autonomías» (año 1987) que organizaron para subir al Everest y que costó a la CECA (Confederación de Cajas de Ahorros) la cantidad de 32 millones de pesetas.