Sin Acritud…
Rafael Díaz (2/3/2017)
Cuando llueve no es que se moje como los demás, es que se inunda, tiene tsunamis, terremotos, erupciones y lo que haga falta. Verán ustedes, señores y señoras lectores y lectoras; En el patio de mi casa se produce un curioso fenómeno que es que cuando aún nos tiemblan las canillas de las últimas escandaleras judiciales, enganchamos con la siguiente polémica en un continuo espacio-tiempo que así tengo las macetas del recinto, que da pena verlas.

No se le pasa la cara de haba, de desazón, de «no me lo puedo creer» de un condenado que se marcha tan ricamente a Suiza escoltado, cuando una Jueza dice que los máximos responsables de un Gobierno Autonómico no lo son de lo que pasa y que qué me estás contando y el Sr. Chaves y el Sr. Griñán sobre un fraude que atenta directamente con una de las peores lacras sociales en estos momentos, o sea, el paro, se van a su casa a cultivar rositas.

Paralelamente, el fiscal que se suponía que daba caña a otro presidente autonómico es sustituido incomprensiblemente (haciendo un duro ejercicio de candidez) y, cómo no, el patio hecho unos zorros.

Más, paralelamente, o mucho mejor dicho, para lelas mentes, Hazteoir fleta un autobús para decir que si tienes pene eres niño y si tienes vulva eres niña. Y que no te engañen. Se monta la gorda, porque, claro, la chorrada -en definitiva es una chorrada- que a un compromisario de una religión que pide a gritos dejar de ir siglos por detrás de la sociedad que la alberga, se le ocurre el despropósito de marras.

Como no teníamos suficientes para-lelismos, una Drag Queen hace un número en el que se disfraza de Redentor bajando de la cruz. Ojo, sin decir ni palabra.

Pero como siempre, falta el postre, uno es un Senador de Compromís que pregunta que qué plan de prevención tiene el Gobierno ante un Apocalipsis Zombi. Al menos, este último es el único que con sus explicaciones, deja patencia de dos cosas. Que el Senado tiene una función estúpida y por otro lado que no se ha molestado en leerse el reglamento. Y digo esto porque en definitiva se queja de que el gobierno tarda más de un mes en contestar a las preguntas escritas, y de aquí viene su falta de profesionalidad al no leer el reglamento que viene a decir que cuando eso no pasa, se convierte en pregunta oral en una sesión posterior al cumplimiento del plazo. Se queja además de las respuestas, que dice que no son válidas.

No pasa nada, se pregunta por los Zombis y se soluciona. O no. Pero salgo en los papeles y las risas que nos hemos echado no nos las quita nadie.

Y así anda el patio de mi casa, con la impresión de que vivo en el Patio de la Venganza, calle de Pues y tú más en el barrio de la Vaca que más caga del Prado.

Voy a ver si lo arreglo no haciendo caso ni dando valor a que cada polo de las creencias comprendan que los mensajes cortos hacen más mal que bien, que la razón en algo es coyuntural, que la transgresión y la mezquindad son muchísimas veces -no todas, pero casi-, munición para el enemigo, y por tanto el modo de alargar conflictos y no de solucionarlos; que los políticos que me representan guarden en el baúl las plumas de marabú y vuelvan en metro y cansados a casa, y que la Justicia sea Justa y actúe (vaya por dios con las palabras polisémicas) y recuerden a los políticos que el tiempo en el que deben conjugar el verbo servir no es el reflexivo. Todo, mientras adecento el patio de mi casa, que está indecente. Eso sí, con un mal rollo que te pasas, caso de que exista un plan de contingencia para una crisis zombi.