USA-España

España/Internacional
Espacios Europeos (24/6/2017)
Los dos últimos Consejos de Ministros nos han llamado la atención, aparte de otros asuntos, por la extradición de Peter Yuryevich, ciudadano ruso, y al argelino Ali Charaf Damache, considerado el líder de Al Qaeda en el Magreb.

En el Consejo de Ministros celebrado el 16 de este mes, aprobó “la continuación del procedimiento de extradición a Estados Unidos del ciudadano de origen ruso Peter Yuryevich Levashov –se encuentra en España en situación de “prisión preventiva”-, por delitos relacionados con fraudes a través de internet”.

Levashov  fue detenido en la ciudad de Barcelona en el mes de abrí, y está acusado “por las autoridades estadounidenses de delitos de asociación ilícita para cometer fraude por medios electrónicos, daño intencionado a un ordenador protegido, acceso a un ordenador protegido para cometer estafa, amenaza de dañar un ordenador protegido, estafa por correo electrónico y robo de identidad agravado”, según la referencia del citado Consejo de Ministros.

Al parecer, las autoridades de Estados Unidos le llevan investigando hace más de una década por considerarle un auténtico ´capo´ de una organización que se dedica a ´hackear´ equipos informáticos.

Por lo que se refiere al supuesto líder de Al Qaeda en el Magreb, el argelino Ali Charaf Damache (alias «Bandera negra»), el Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes, día 23, acordó, asimismo, extraditarle a requerimiento de Estados Unidos “para su enjuiciamiento por el presunto delito de pertenencia a organización terrorista”. Este individuo se encuentra en España, también en prisión, y es sospechoso de la “organización de una célula yihadista en Europa para la captación y envío de personas a un campo de entrenamiento de Al Qaeda en Pakistán, con el fin de ser adiestrados para perpetrar ataques terroristas contra objetivos europeos y estadounidenses a su regreso a Europa”.

Estamos convencidos que los dos sujetos son autores de los delitos que se les atribuyen, pero nos surge una duda acerca del porqué extraditarlos a Estados Unidos. Si los dos son delincuentes internacionales –además, uno de ellos es un terrorista destacado que pretendía llevar a cabo acciones en Europa-, no sería conveniente y deseable que se les juzgara en territorio de la UE, en concreto en España, país que, por otro lado, procedió a su detención.

Este asunto, como otros muchos, nos lleva a reafirmarnos en que la UE, y algunos países con más fervor, mantienen unas relaciones con Estados Unidos que parecen de auténtica sumisión y obediencia.

En el Derecho Internacional y, sobre todo, en naciones que se dicen amigas, la reciprocidad es la base de ese buen entendimiento. Pero con Estados Unidos, tanto la UE como, en este caso, España, acontece que no es así. Y un ejemplo, flagrante lo tenemos en el asesinato del fotoperiodista español José Couso.