Mariano Rajoy

España
José Luis Heras Celemín (20/6/2017)
Acabada la liga de fútbol, y otras competiciones, no todas deportivas, es momento de análisis y de promociones. En la competición política, también. Y hay dos personas que, en forma de mociones de censura, acaban de librar unas confrontaciones que merecen atención: Mariano Rajoy, que es el Presidente del Gobierno y gustó de la autocensura de Podemos en el Gobierno de España. Y Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, que con más pena y menos gloria hizo lo propio en el Gobierno autonómico.

Ambos, en época de promociones, fueron protagonistas en el Gran Casino de Madrid. En un acto convocado por Nueva Economía Fórum, el primero presentaba a la segunda para que ésta, en el ecuador de la Legislatura compartiera con todos el balance de estos dos años en el Gobierno de la Comunidad de Madrid. De junio de 2015 a junio de 2017.

A primera hora, enfrente del Complejo Canalejas que se construye al lado, la realidad cobraba entidad en la libreta de una periodista: “Rajoy C.F”. Felicísimo acierto. Por no estropear un buen titular con contenidos, merecía la pena copiar “Rajoy CF” para usarlo como titular o parte de él. En principio, no había motivos, pero aparecieron. Primero, Rajoy hizo la presentación; anodina, al ritmo oratorio de trote lobero y con el entusiasmo más que justo. El presidente es un hombre parco: ‘Hablar con respeto, cordialidad y buenas maneras. Moderación, cordialidad, concordia y buenas formas’. Una referencia a la negociación del brexit que empieza. Currículo, éxitos, aciertos. Y catálogo de gestos para estudio de los iniciados en el intrincado afán de interpretar los gestos de Rajoy.

Después, como en el caso de los equipos deportivos que aspiran a subir de categoría, la ocasión era más que pintiparada para ver si Cristina Cifuentes, acortada ‘Ccifu’ y abreviada C.F., hacía méritos para ascender.

El discurso, leído en teleprompter de pódium, constaba de dos partes: ‘Palabras de la Presidenta de la Comunidad de Madrid’, 11 folios impresos a una cara. Y ‘Balance en cifras’, 10 folios impresos a dos caras. Los primeros fueron leídos con soltura y amplios varales de morcillas. Los segundos, sólo entregados a la prensa y ni siquiera resumidos. Pero entre ambos compusieron una especie de totum revolutum en el que había de todo: Críticas al apoyo intermitente de un partido con el que firmamos un acuerdo que propició la investidura, pero que en el día a día se siente cercano a la izquierda, y la mayor parte de las veces vota junto a ella, conformando junto a Podemos y el Partido Socialista el “tripartito de oposición”. Gobierno en un contexto de crisis económica. Estado del Bienestar. Estabilidad presupuestaria. Casos de corrupción, que sirve a la oposición para enturbiar el ambiente. Inicio de un tiempo nuevo. Iniciativas en materia Social, Salud, Educación… Gobierno abierto y dialogante. Que genera empleo. Con preocupación Social. Honrado y Transparente. Que lucha contra la corrupción. Una reflexión sobre ‘la forma de ejercer la política dentro de las instituciones’. Y otra sobre ‘ficciones y realidades de la teoría y la praxis política’.

También el consiguiente turno de preguntas. Algunas sonaron a preparadas. Otras no. Con respuestas sobre: Reforma de la financiación autonómica. Alternativa a la A-1, con conexión velada a la Operación Chamartín. Táctica en la moción de censura: ‘Un circo… (en el que Podemos renunció al control del Gobierno autonómico). ‘Me llamaron loca, jefe del cártel. Rajoy estuvo informado en todo momento de lo que íbamos a hacer’. ‘El Reglamento de la Asamblea es distinto al del Congreso. Si hubiera hablado (como hizo Rajoy frente a Irene Montero) se hubiera abierto la rueda de turnos para todos’. Declaraciones de Granados (‘No voy a entrar a contestar’) y de Aguado (‘Que diga lo que quiera. Sería de mal gusto que le contestara, ya que ha venido. Ojala mi relación con Ciudadanos sea de paz y mesura. La relación no es cosa de uno, sino de dos. Tienen que querer ambos. O de tres. La mejor relación siempre tiene altibajos). ‘¿Quiere ser alcaldesa…, o tener a Aguado de Vicepresidente? (‘No tiene sentido ahora plantear candidaturas’).

Y como añadido,  una comunicación ‘WhatsAppeando’ entre periodistas. Una ausente y otro presente, con redacciones que no apetecen interpretación, pero sí transcripción literal:

– Granados dice que se lleva por delante a ‘la delfina (de Rajoy).
– ¿Dónde lo dice?
– Ha dicho a su entorno que Cifuentes cae, que se va a ocupar él. Ha cambiado su punto de mira, de Ignacio González a Cifuentes. Será porque cree que es la delfina. O porque lo ha dejado tirado. De todas formas, a Cifu no le arriendo las ganancias, frente a Glez y a Granados. ¿Está ahí Soraya? ¿Y Cospe?

Soraya, no. Cospedal; sí; con marido… Te has perdido algo instructivo. Rajoy oteando; y disfrutando de lo que ve en Cifu. Y JL Rodríguez oficiando de ‘veedor’. Puede que hasta lo escriba.

– Escríbelo, porque eso parece más que un desayuno.
– Sí Es el momento de las promociones y ascensos de los clubes de fútbol. Y de Cifuentes, que hoy ha perdido el ascenso por goleada en propia puerta. Acaso sabiéndolo. Las presencias al lado de Rajoy, hoy eran importantes. También las ausencias. Y hasta las vigilancias, que las había.

– Creo que hay dos temitas más en la Fiscalía. Pero de los suyos ni mu, aunque tiene a más de uno bajo sospecha, como por ejemplo mmm. ¿Y Rajoy?
– Contento. Promoción Rajoy C.F.

– ¿Club de fútbol?
– O cáspita feroz.