Europa
Espacios Europeos (28/6/2017)
La Corte de Apelaciones de La Haya ha ratificado una sentencia de 2014, en la que se condenaba a los ´cascos azules´ holandeses, encargados de proteger el enclave musulmán de Srebrenica, como parte responsables de la matanza de 1995, en la que murieron 300 musulmanes. La matanza se produjo cuando centenares de musulmanes fueron expulsados por los ´cascos azules´ de Holanda de una base de ese país -que compartían con Estados Unidos- cuando la zona cercana fue invadida por las tropas serbias de Bosnia que estaban al mando de.
El fallo de este tribunal sostiene una decisión de 2014, según la cual los soldados holandeses de paz podrían haber sabido que los hombres que buscaban refugio en la base en la aldea de Potocari serían asesinados si eran obligados a marcharse.
La Corte afirma en su resolución, que si esas personas –los musulmanes asesinados- no hubieran sido desalojadas de Potocari, localidad controlada por cascos azules holandeses después de la caída de Srebrenica, no habrían sido asesinadas por las fuerzas del general serbiobosnio Ratko Mladic.
Mladic espera la sentencia del Tribunal Penal Internacional, enfrentándose a una condena de cadena perpetua por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. En la ciudad de Srebrenica había por esos días más de 7.000 hombres y adolescentes musulmanes, que estaba “teóricamente protegidos” por soldados holandeses de la ONU, pero éstos huyeron “despavoridos” ante las tropas serbias.
Serbia capturó al general Mladic el año 2010, y lo entregó al Tribunal Penal Internacional con la “condición” de que se le facilitara la entrada en la UE.
En un texto firmado en mayo de 2011 decíamos que “Sin duda alguna Mladic debe ser juzgado, y si procede, condenado severamente. Pero, no es el único que debe sentarse en el banquillo. ¿Cómo se debe juzgar el abandono de la posición de Srebrenica que protegían los soldados holandeses de la ONU? ¿Cómo se debe juzgar a las naciones que propiciaron el desmembramiento de Yugoslavia? ¿Cómo se deben juzgar los sangrientos bombardeos de la OTAN de 1999 durante cuatro meses sobre Yugoslavia, sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, siendo secretario general de la organización atlántica el socialista español Javier Solana?”. Y nos ratificamos.
No es de extrañar que, incluso, aquellos aguerridos mandos militares holandeses hubiesen sido galardonados con medallas pensionadas.