Sistema antiaéreo ruso.

Guinea Ecuatorial
Espacios Europeos
(28/8/2017)
En este digital hemos comentado en más de una ocasión que el Golfo de Guinea puede ser una de los nuevos focos de confrontación bélica. Petróleo, rutas marítimas, enfrentamientos étnicos y confrontación entre las grandes potencias, son algunos de los elementos, o todos a la vez, que pueden conducir a crear una nueva “zona caliente”.

Pero lo que nos llama la atención es que el presidente-dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, utilice el argumento de que compra esos misiles debido a “la necesidad de Guinea Ecuatorial de fortalecer su seguridad ante la creciente inseguridad que se vive en el Golfo de Guinea”.

Lo que sí es cierto es la compra por parte de Guinea Ecuatorial de dos sistemas antiaéreos rusos, modelo Pantsir-S1, cuyo coste total supera los 70 millones de dólares. Los sistemas antiaéreos móviles, Pantsir-S1, llevan incorporados quipos de soporte logístico, equipo de radar, y están diseñados para proteger instalaciones militares, edificios oficiales e industriales de ataques aéreos con cualquier tipo de arma.

Es curioso, pero Guinea Ecuatorial será el segundo país africano que disponga de semejante armamento; el primero es Argelia.

Con la compra de estos equipos, parece ser que se reanuda la cooperación militar entre Rusia y Guinea Ecuatorial. Hay que recordar que esa relación fue muy profunda en la etapa de la existencia de la URSS con el gobierno de Francisco Macías, al que Obiang derrocó mediante un cruento golpe de Estado apoyado por España siendo Adolfo Suárez presidente del gobierno.

Asimismo, no hay que olvidar que desde octubre de 2015, fecha en la que se firmó un acuerdo de cooperación en materia militar, la Armada Rusa puede atracar y utilizar las instalaciones de los puertos de Malabo y Bata. Parece ser que esos acuerdos entre Putin y Obiang contemplan cláusulas secretas por las que Moscú se compromete a proteger al régimen guineano.