Cristina Cifuentes, Presidenta de la Comunidad de Madrid.

España
José Luis Heras Celemín
(18/1/2018)
Vestida de rojo. Labios pintados con carmín carmesí brillante. Rímel agudo que espesa y curva pestañas, miradas e intenciones. Aretes grandes. Y un escote a pico, con porción de espalda al aire. O, lo que es lo mismo, Cristina Cifuentes en el Desayuno Informativo de la Agencia de Noticias Europa Press en el Hotel Villamagna de Madrid.

En el Salón, a las mesas les habían dado el nombre de pueblos de Madrid: Alcorcón, Aranjuez, El Escorial…

Como siempre, compañía medida, hoy para la Presidenta de la CAM: El Presidente del Senado, García Escudero; aderezo de dos ministros (Fátima Báñez y Méndez de Vigo); salpimienta ajena de grupos en la Oposición de la CAM (Ángel Gabilondo, Ignacio Aguado, José Manuel López); gente del PP. Y ausencias, notable la de la Vicepresidenta del Gobierno, que a esa hora en el Hotel Eurostar inauguraba un Foro de Innovación Turística; y reventaba el secreto que pretendía la oradora ‘en los próximos días la Comunidad de Madrid podría recibir una excelente noticia que, por prudencia, no debo ampliar’. Se refería, sin citarla, a la decisión de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) de elegir Madrid como su centro de Operación Mundial, que pretendía ocultar y la Vicepresidencia publicó.

En el ambiente, noticias del PP, que llegarían por WhatsApp: ‘Te puedo ir adelantando que esta vez, aunque parezca mentira (Rajoy) está un pelín asustado… he dicho un pelín… no más. Si pasas por la calle Génova, verás movimientos sísmicos a mitad de la calle… no es un efecto visual, ni un espejismo’. La opinión de un diputado autonómico: ‘esto se está moviendo y es un auténtico sin-vivir’. Los despidos de periodistas en las filas populares. Los vaivenes de los creadores de opinión, opinadores de oficio con beneficio, que ven encuestas y encuestados según medio. Las encuestas de antes de ayer, que ponen al PP tras Ciudadanos. Y el gran interrogante de la postura y silencio de Rajoy. Un poema, gallego, que güele a empanada; y donde hay que ver quien pone las esencias y en qué consisten: Ventresca de bonito del pescado en la alta mar cantábrica, zamburiñas de la costa, o pulpo de batea.

En definitiva, un escenario actual de incertidumbre, para ver actuaciones y posturas; y para decidir qué hacer o qué no hacer.

En éstas, apareció Cristina Cifuentes. Como un ariete. Vestida de rojo. Labios pintados con carmín carmesí brillante. Rímel agudo que espesa y curva pestañas, miradas e intenciones. Aretes grandes. Y un escote a pico, con porción de espalda al aire.

Siguiendo lo pautado por el partido, o de por libre, la Presidenta de Madrid no paró en nada. Se lanzó en rojo, buscando a una oposición que empezaba a ver cómo la cortesía habitual hacía aguas. Sin parar, metiendo en el discurso que dieron a la prensa las morcillas de su ánimo, fue dibujando el panorama. Su cortesía pasada, condicionada por el apoyo de Ciudadanos y la beatífica paz socialista, prescindió de dictados ajenos y, ante el estupor de Gabilondo y Aguado, se lanzó a la gresca en un ‘a por ellos’ visceral:

Primero, logros: ‘hemos reducido en un tercio el tiempo de la lista de espera quirúrgica,…hemos bajado las tasas universitarias un 20 % para los grados y 30% para los postgrados; y estamos dedicando a becas más dinero que nunca. Estamos atendiendo a más de 117.000 personas dependientes: 29.000 más que cuando comenzamos a gobernar. Son consecuencia de un entorno de estabilidad que hemos forjado…, de nuestra disposición al diálogo y la paz social… 2016 y 2017 han sido años de crecimiento y renovación. Y ahora nos proponemos que 2018 sea el año de un nuevo despegue económico y social… Seguiremos mejorando la sanidad pública…, infraestructuras y equipamientos…, atención a las personas dependientes…, creación de empleo que estimamos en 75.000 puestos de trabajo…, tasa de paro en torno al 10,7% al final de año y un crecimiento económico del 3 %’. 

Cristina Cifuentes con la oposición para un Pacto de Regeneración Democrática y Transparencia (Foto PP de Madrid).

Después, el ataque a la oposición: ‘… más irresponsable que en el resto de España, han renunciado a hacer control al Gobierno, aferrándose casi en exclusiva a asuntos del pasado y de otros gobiernos… de los 76 plenos que la Asamblea de Madrid ha celebrado esta Legislatura, sólo en 9 de ellos las preguntas que me ha dirigido el tripartito de la oposición se han referido enteramente a mi gestión. Por no hablar del hecho insólito de una comisión supuestamente de investigación (más bien de linchamiento del Partido Popular) que la oposición ya no sabe cómo alargar más,… constatación del agotamiento de un discurso (el del tripartido de la oposición),… ha habido un Gobierno que está demostrando una actitud de tolerancia cero contra la corrupción…, que los otros partidos políticos no esperaban y que les ha dejado sin argumentos’

Como preámbulo del reto: ‘Pacto por la Regeneración Democrática y la Transparencia…, propuesta definitiva con todas las fuerzas políticas, y vinculante para todas ellas,… modelo para un gran acuerdo nacional, que acabara de una vez con la doble moral y los diferentes criterios éticos que se aplican a unos mismos hechos, dependiendo de a qué partido pertenezca su autor… Las líneas esenciales de este pacto serían: Por una parte, los dos proyectos de ley de Regeneración Democrática aprobados por mi Gobierno… y paralizados por el Parlamento regional desde hace dos años. Y, por otra parte, la elaboración de un código ético unificado para todos los partidos, que establezca un mismo nivel de exigencia ética a todas las formaciones’.

También una puntilla al tripartito de Oposición: ‘Somos un partido que vuelve a crecer… tenemos una identidad política clara, que no necesitamos improvisar en cada convocatoria electoral, o en torno a un determinado candidato o cabeza de cartel… sabemos que hay partidos que no entienden esto… Partidos, como Ciudadanos, que se dejan llevar por la corriente de cada momento. Y así, renuncian a formar gobierno en Cataluña; o, como hacen en Madrid, votan en 7 de cada 10 ocasiones juntos con Podemos y el Partido Socialista… la izquierda antisistema de Podemos anda consumida en sus peleas internas, y entretenida estos días en su tradicional purga de Navidad… Y en el medio tenemos a un partido Socialista sin rumbo, sin liderazgo definido, sin más discurso que la nostalgia por unas políticas fallidas que hundieron a España cuando gobernó.’

Y, como final, un deseo: ‘Nos vamos a consolidar como el gran partido de las clases medias, los profesionales liberales, los emprendedores, los trabajadores y los más desfavorecidos’

Al terminar, Cristina Cifuentes y el PP quedaron en rojo. Como motivo de reflexión en el Desayuno de Europa Press. Como postura que inicia una forma de hacer que puede ser usada para una recuperación posible. Y con un porqué, acaso diseñado por Rajoy. O no.