Rafael Catalá. Ministro de Justicia.

España
Espacios Europeos (14/2/2018)
En un país que se supone que es democrático, como España, es inconcebible que el Ministro de Justicia se refiera a temas de corrupción –y más en concreto de su partido, o sea del Partido Popular-: «Son temas del pasado».

¿A qué se refería el ministro Rafael Catalá con esta contestación? Pues, simplemente, a las declaraciones (voluntarias) del exsecretario general del PP y exconsejero de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, en las que acusaba a Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes e Ignacio González de haber estado en los tejemanejes de la financiación ilegal del PP, haciendo hincapié en la de las campañas electorales.

«Es verdad que todas esas personas que estaban implicadas en esos asuntos, están fuera del PP», dijo el ministro de Justicia refiriéndose a Aguirre y González.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, considera que la intención de Granados al aportar nuevas declaraciones en las que acusa a determinadas personas que tenían, algunas tienen, responsabilidades políticas en la organización que dirige Mariano Rajoy, se debe a que intenta salir “ileso”  -o menos afectado- del largo proceso de la trama Púnica: «Cuando una persona está en un proceso penal, con posibles penas altísimas, y declara ante el juez, planteará su estrategia. Todos estos asuntos que nos preocupan y nos sonrojan, son temas del pasado. Es verdad que todas esas personas que estaban implicadas en esos asuntos, están fuera del PP. Hemos hecho muchas cosas para que esto no vuelva a suceder: se han mejorado las leyes, se han hecho más duras, más exigentes, con más transparencia y más control», afirmó el ministro en el transcurso de una entrevista en la cadena de televisión Telecinco.

Granados declaró ante el juez Manuel García Castellón (Audiencia Nacional) el lunes pasado a petición propia, rectificando lo anteriormente dicho. Y es que cuando uno se ve con la soga al cuello” y aprecia que nadie acude en su ayuda, pues eso, se lanza al abismo. Ya no le importa nada, y larga, habla, denuncia casi todo lo que sabe. Pues seguro que esconde mucha más información.

En esas declaraciones acuso a la expresidenta Esperanza Aguirre de ser la responsable de esa financiación ilegal que utilizó para algunas de las campañas electorales. Otro tanto hizo con su sucesor, Ignacio González, que la sustituyó.

Las denuncias de Granados alcanzaron el nivel personal, acusando a Cristina Cifuentes de haber mantenido una relación sentimental con González, lo que ha sido considerado por la defensa de la presidenta de la Comunidad de Madrid como un atentado “contra su honor y su imagen”.