Gina Haspel, candidata a dirigir la CIA.

Internacional
Espacios Europeos (25/4/2018)
Más de 100 ex generales y almirantes de Estados Unidos han firmado una carta dirigida a senadores para solicitar que se opongan al nombramiento del presidente Donald Trump de la actual vicedirectora de la CIA como directora de la agencia. En uno de los párrafos de esa misiva, se dice: “Nos resulta muy preocupante la idea de que alguien que parece haber estado íntimamente involucrado en la tortura sea nombrado en uno de los cargos de mayor liderazgo en la comunidad de inteligencia”.

La información aportada por El Ciudadano afirma que según el The New York Times, Gina Haspel supervisó directamente la aplicación de la técnica de tortura conocida como “submarino” a un prisionero (Abd al-Rahim al-Nashiri) en un centro de detención clandestino que la CIA tenía en Tailandia en 2002. De acuerdo con la misma fuente, Gina Haspel defendió la destrucción de videos que muestran el “ahogamiento simulado” de otro preso. También se dice en la carta que presenció interrogatorios y torturas a otros prisioneros.

En otros párrafos de la carta se dice: “Escribimos para expresar nuestra profunda preocupación y exhortamos a examinar de cerca toda la participación de Haspel en el programa de entrega, detención e interrogación (…) No aceptamos los esfuerzos para disculparla por la tortura y otros abusos ilícitos de los detenidos con la excusa de que ‘solo seguía órdenes’ o que el impacto de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 justifica la conducta ilegal y poco ética”.

Algunos de los firmantes de esa misiva son el jefe del Comando de Transporte de Estados Unidos, Walter Kross; el ex comandante del Ejército de Estados Unidos en Europa, David Maddox; el ex comandante del Cuerpo de Marines, Charles Krulak, y el ex Inspector General del Departamento de la Armada, Lee Gunn.

La misma fuente recoge, de la carta aludida, lo siguiente: “No aceptamos la justificación de ‘seguir órdenes’ después de la Segunda Guerra Mundial, y no deberíamos aceptarla ahora –en referencia a los juicios de posguerra en los que los defensores de muchos criminales de guerra nazis se acogieron a que los acusados simplemente siguieron órdenes de sus superiores- Tanto el ‘submarino’ como otras formas de tortura o trato cruel e inhumano son, y siempre han sido, claramente ilegales”.

En el año 2005, Gina Haspel era la responsable de personal del Centro de Contraterrorismo de la CIA -a cargo de José A. Rodríguez Jr.-, cuando redactó un informe que éste firmó, donde ordenaba la eliminación de 92 grabaciones de video de las sesiones de tortura dirigidas por Haspel. Los videos se destruyeron, a pesar de las instrucciones de la Casa Blanca.

Si nadie lo remedia, Gina Haspel será la próxima directora de la CIA.