Juicio en la AN del caso Alsasua. Foto EITB.

España
Espacios Europeos (19/4/2018)
Cuatro días lleva el juicio del ´caso Alsasua´ en la Audiencia Nacional. Alguna de las novedades que se conocido son, por ejemplo, que los dos policías forales que acudieron al bar en auxilio de los guardias civiles y sus parejas han declarado que los dos agentes recibieron una «paliza» por ser “guardias civiles”. Los dos policías forales declararon, asimismo, que el resto de las personas que participaron en ese conflicto, ninguno resultó lesionado. Sin embargo, los policías forales se encontraron a los dos guardias civiles en el suelo, con evidentes signos de haber recibido golpes y patadas. Los acusados se enfrentan a penas que oscilan entre los 12 y los 62 años de cárcel. Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del día 15 de octubre del año 2016.

Los agentes forales acudieron al lugar de los hechos, el bar Koxka, donde –según han declarado- el ambiente era muy “hostil». La situación era tan tensa que se vieron obligados a solicitar refuerzos que –según han declarado- tardaron una «eternidad». La situación se fue agravando hasta que la presencia de más agentes forales y la guardia civil, lograron controlar las agresiones.

En sus declaraciones, los dos funcionarios forales, han reconocido que la agresión se produjo, evidentemente, por la condición de guardias civiles de las dos víctimas. Por otro lado, la investigación ha aportado conversaciones telefónicas entre dos de los encausados, lo que todo parece indicar que la agresión estuvo planificada.

En sus declaraciones ante la Audiencia Nacional, tanto el dueño del bar como una camarera, han asegurado que no se percataron de nada de lo ocurrido, al menos dentro del establecimiento.

Un testigo de los acusados ha declarado que fuera del bar presenció cómo algunos daban patadas en la espalda al teniente, pero que no presenció que pegaran al sargento ni a su pareja. Ese mismo testigo negó haber reconocido a los ocho acusados, aunque sí reconoció que alguno de ellos se tapaba el rostro con una capucha.

Cuarto Poder recoge que algunos de los familiares de los acusados afirman que este “juicio no es garantista” y que un video aportado por la defensa de uno de los acusados no ha sido admitido como prueba. En el video se aprecia a uno de los acusados, vestido de negro, “mientras que los guardias civiles y sus parejas indicaron que esa noche iba vestido con una camiseta roja. La fotografía sí ha sido admitida como prueba en el juicio, mientras que el vídeo no”.

El mismo medio informa que el dueño del bar Koxka niega que algunas de las declaraciones que se le atribuían sea suyas, ya que él no las había firmado.

En fin, un juicio que está dando mucho que hablar y escribir, y que muestra que la situación en Navarra y el País Vasco ha cambiado, pero no tanto como debería.