Guinea Ecuatorial
Abaha (22/9/2011)guerrero-fang
Obiang Nguema se ha cubierto de gloria. Tras defender a su amigo Gadafi y acusar a la ONU y varios países por los bombardeos contra el pueblo libio, ahora va la Unión Africana -que preside por turno- y reconocen al Consejo Nacional de Transición (CNT), que nadie sabe quiénes son ni de dónde han salido. Pero, el sátrapa  tiene petróleo y eso es poder. Nadie se meterá con él por eso. Ahora todos andan empeñados y empecinados en la «Operación Teodorín», con «sociedad civil», Juan José Laborda, San Egidio y lo que se preste.

Nos ha llamado la atención el artículo de Severo Moto, recogido aquí, titulado A don Juan José Laborda, Senador del Reino de España, en el que acusa al ex presidente del Senado de España de cosas muy duras, y hasta ahora, que sepamos, el burgalés no le ha contestado. Y nos extraña, decimos, porque últimamente no se llevaban mal, incluso se habían reunido mas de una vez en Madrid, en la calle Echegaray, antaño lugar de prostitución, y hoy con cierto olor a Vaticano.

Nada más salir Severo Moto de la cárcel (15 de abril de 2008) de Navalcarnero (Madrid), donde estuvo más de cuatro largos meses, donde estuvo acusado de tráfico de armas y no sabemos cuántas cosas más, le llamó Juan José Laborda para que mantuviesen un encuentro. Lugar: la calle Echegaray, en la modesta sede de San Egidio. Allí estuvieron Severo Moto, Armengol Engonga, Juan José Laborda, Fernando Laborda (hijo) y el representante de San Egidio. 

Hubo dos únicas reuniones, en las que se habló sólo y exclusivamente de Guinea Ecuatorial. Pero, los hombres que velan por España y los españoles, comunicaron que todo se había terminado, que en adelante esas reuniones no tendrían lugar. Finito, caputo.

Ahora han resucitado las reuniones con miembros de la llamada «sociedad civil», además de asociaciones guineanas, españolas  y americanas,  modelo con el que se pretende aparentar que se está haciendo algo, aparte de justificar ciertas actividades.  Ese ´algo´ es ni más ni menos que dar continuidad a lo mismo. Extraer información a la veintena de asistentes ecuatos, succionarles datos, aparentar que algo se mueve, intentar asustar un poquito al de abajo (palo y zanahoria), y poco más. Una pasta, un dinero, entre viajes, alojamiento en hotel, manduca, subvenciones a las asociaciones de siempre, y «fondos» para los que quieran retornar en libertad al hogar que les vio nacer. Lo que nadie les cuenta es que les suele pasar, tarde o temprano, a los que regresan, pero ellos lo saben.

Lo que desconocen es que todo va a cambiar. Y no por los resultados electorales de España, sino porque «alguien» se ha cansado ya de que su nombre quede grabado en la Historia como amigo de corruptos, sátrapas, torturadores. Él no quiere dejar esa herencia, y ya se están moviendo los hilos…

No se nos ha olvidado informar del money que cobraron todos los partidos políticos de la llamada oposición (incluido el que tiene un diputado en la Cámara de Representantes) del gobierno de Guinea Ecuatorial. Mucha pasta, que les entregó en la «gira de sensibilización» (noviembre de 2007), el ministro de Interior en aquellos opulentos y generosos días. PDGE y el resto de la patulea política, de poblado en poblado para convencer al desvalido pueblo. El dinero se entregaba en mesa redonda, estaban todos. Los que han seguido en la cosa política han seguido recibiendo esos suculentos paquetitos, además de permisos para negocios. ¡Todo por el pueblo!

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