Economía/Política
Manuel Funes Robert (23/9/2013)Angela Merkel
La semana que termina comenzaba con una inquietud e incertidumbre debido al posible recambio de Bernanke al frente de la FED, o, en el caso de que permaneciera, si iba a proseguir con su acertada política económica. Existían rumores según los cuales, Bernanke o su sucesor terminaran con la política de compra de deuda y de los estímulos monetarios.

Afortunadamente nuestros temores eran infundados y continuó Bernanke y continuó su política. Una vez más EE. UU. que aporta el 25% del PIB mundial salva a la economía planetaria gracias a Bernanke. Era muy peligroso que cuando estamos en la fase final de la recesión, pero sin salir de ella, se decidiera por retirar las ayudas y promover subidas de los tipos de interés, pues nos alejaría del ansiado crecimiento como ocurrió en los años cuarenta hundiendo de nuevo a la economía americana, que solo se salvó de otra recesión debido a la II Guerra Mundial. Solo después de un crecimiento continuado, se podrían retirar tímidamente estas medidas sin riesgo a caer de nuevo en la recesión. Buen trabajo pues, por parte de Bernanke y de su último responsable político, el presidente Obama.

En la zona euro también existían incertidumbre sobre el resultado de las elecciones alemanas y cómo el juego de mayorías resultante pudiera afectar a la economía euro.

Algunos nos ilusionamos debido a una mayoría suficientemente minoritaria -asumimos desde el principio el triunfo de frau Merkel- que obligara a la CDU a pactar con la socialdemocracia y de este modo suavizara su cruento y brutal rigor económico. En el momento en el que escribo estas líneas Merkel no tiene asegurada la mayoría absoluta, por lo cual mis esforzados lectores deberán esperar al próximo fin de semana para un análisis más detenido y riguroso de esta jornada histórica.

Por tanto y para posible desgracia de los europeos y regocijo de los americanos pocas cosas cambiarán. EE. UU. y Japón seguirán la senda del crecimiento mientras que Europa seguirá en recesión o un crecimiento lo suficientemente bajo para que no cree riqueza y empleo. Pues a pesar de las políticas de Merkel, los ciclos económicos son inexorables y dentro de poco dejaremos la recesión. No por Merkel, sino a pesar de ella. La semana que viene comentaremos con más detenimiento las consecuencias de estos comicios.