Economía/España
Manuel Funes Robert (11/11/2013)banco-central-europeo
No podemos sino alegrarnos de que nuestras campañas, a lo largo de décadas y muy especialmente en los largos años que llevamos de la crisis, hayan encontrado eco en las cuadriculadas mentes de nuestros gobernantes económicos de Bruselas.

El BCE se está encontrando con una situación para la que teóricamente no estaba preparado. Su objetivo primordial en su creación era la ortodoxa orden de priorizar sobre otras necesidades reales económicas, el control de los precios. Esta dogmática política que ha sido en gran parte la causante de la crisis (o al menos la que ha impedido que salgamos de ella) y su máximo exponente ha sido la terca señora Merkel. Parece ser el origen de este cambio la presión de los socialdemócratas alemanes del SPD, ahora en coalición con UDC.

Como consecuencia de ello, hoy encontramos declaraciones gratamente sorprendentes del BCE. No solo baja los tipos de interés hasta un histórico 0,25. Draghi, además, ha anunciado que en el futuro próximo se tomarán medidas extraordinarias, que como bien dice EL PAIS el pasado jueves, que hace que el BCE «se adentre en territorios inexplorados». Afortunadamente añado yo. Esperamos con interés la concreción de esas medidas, que tengo para mí que marcan un sólido cambio de tendencia.

El índice de confianza del consumidor se ha incrementado y parece que hay un pequeño repunte en el consumo elemento éste crítico para poner en marcha la economía. Estas, sin duda, excelentes noticias no nos deben hacer olvidar cual es la situación social de nuestro país. Los bancos y las grandes empresas incrementan sus beneficios. Sin embargo existen más de cinco millones de personas que no encuentran trabajo la mitad de las cuales no tiene acceso a ninguna prestación. Tampoco recibimos buenas noticias del país vasco donde el cierre de Fagor, aparte de contemplar la desaparición de una de las marcas emblemáticas españolas, deja a miles de personas en la calle. Comenzamos a tener indicios de recuperación, pero todavía nos quedarán años para lograr que lleguen a todos los sectores de la sociedad.