España
Alejandra Durrell (1/12/2013)
La política del Partido Popular (PP) es parecida a la actitud que muestran los avestruces –con perdón para la especie- que es esconder la cabeza en un agujero cuando presienten algún peligro. Pero en el Gobierno-PP no esconden la cabeza, pero “escurren el bulto”, o sea que no dan la cara.
Por más que algunos medios de comunicación se empeñan en airear los asuntos de financiación ilegal de los populares –por Dios, presunta, que ahora con la nueva Ley de Seguridad Ciudadana te pueden arruinar la existencia-, éstos ni contestan, ni se enojan, ni nada de nada. Es como si el asunto no fuera con ellos. Y por si acaso la protesta, el malestar, aumenta, van y te prohíben hasta hacer comentarios en familia. Estos chicos y chicas “peperos” parece que han recibido adoctrinamiento en la Stasi (policía secreta de Alemania Oriental), son capaces hasta de burlar al famoso polígrafo.
A pesar de todo, el edificio de Génova 13 tiembla, se agita, los nervios están a flor de piel. Un día aparece el recibo firmado por el gerente de Castilla La Mancha del PP de haber recibido en metálico la cantidad de 240.000 euros. Pero no pasa nada, él –el gerente- y su jefa, María Dolores de Cospedal, niegan la mayor. Nunca hemos recibido un duro ilegal, patrañas de la prensa, errores de los jueces, mentiras del traidor Bárcenas.
Otro día aparecen recibos en los que, presuntamente, los jerifaltes del PP –incluidos los de arriba- aparecen como beneficiados por esos emolumentos caídos del cielo. Y otras veces se publican cuentas y más cuentas bancarias de Luís Bárcenas y señora en Suiza, Estados Unidos y varios paraísos fiscales. Pero nada, no pasa nada, nadie contesta. Los afectados miran para otro lado.
Que el juez asignado a la Audiencia Nacional, Pablo Rafael Ruz, constata la evidencia de que en el PP había o hay una contabilidad ´B´, pues más de lo mismo. ¡Mentira! ¡Patrañas!
Ahora –de momento el último capítulo- ´El Mundo´ desvela que el ex tesorero y ex senador del Partido Popular, Luís Bárcenas Gutiérrez, compartía cuentas bancarias en Suiza con el ex senador y sobrino de Manuel Fraga Iribarne, Luís Fraga. La “gestora de Bárcenas en Suiza – Agatha Stimoli del banco Dresdner Bank- identifica a Luis Fraga como uno de sus 250 clientes españoles”, recoge el diario. La misma fuente recoge que esa gestora afirmó que Luís Fraga “tenía una cuenta en la entidad suiza, de la que dio poderes a Bárcenas”.
Según la gestora del banco suizo, Luís Bárcenas llegó a “acumular en el banco 22 millones de euros en 2007, era uno de los principales clientes de su cartera”.
El mismo medio afirma –de acuerdo con las declaraciones de esa gestora bancaria- que Bárcenas acudía al banco unas dos veces al año, algunas en compañía de su esposa, Rosalía Iglesias, y otras con el ex senador Luís Fraga. Casi siempre esas visitas coincidían con viajes para practicar el esquí. Luís Fraga tenía otra cuenta en el Lombard Odier (denominada Ranke y que era consecutiva a una de Bárcenas).
Luís Fraga y Luís Bárcenas comenzaron a andar juntos nada más aterrizar en AP (Alianza Popular) el sobrino de Manuel Fraga, y al poco tiempo organizaron la famosa y frustrada expedición a la cumbre del Everest, donde dijeron que habían abierto la “ruta de los españoles”, que fue muy cuestionada por expertos en montañismo. La expedición contó con numerosas ayudas, una de las más importantes de la antigua Caja Madrid, en cuyo salón de actos se hizo la presentación del evento. Junto a los dos amigos y socios en cuentas en Suiza se encontraban los deportistas Antonio Ramos, Fernando Ruiz, Cristóbal Salas, Bixen González, Juan Agustín Casillas y Fernando Garrido.
Luis Fraga, que fuera senador cunero por Guadalajara y Cuenca, por la gracia de Manuel Fraga, estuvo de senador en la IV Legislatura (1989-1993), la V (1993-1996), la VI (1996-2000), la VII (2000-2004) y la VIII (2004-2008), hasta que las cosas cambiaron, Manuel Fraga ya no era lo que fue antaño y la irrupción de María Dolores de Cospedal se iba a hacer notar.
Pero tranquilos, que nadie se impaciente ni desee males a ninguno de esos poderosos, pues ninguno pisará suelo de prisión alguna, todos o casi todos se comerán el turrón de Navidad en casa. Puede que hasta Luís Bárcenas, pues los cultivos de la finca La Moraleja en Argentina esperan de sus cuidados y comercialización. Allí se verá con Ángel Sanchís Perales, Cristóbal Paez Vicedo, y quién sabe si también con el ex magistrado Baltasar Garzón.