Evo MoralesBolivia
Andrés Soliz Rada (8/8/2014)
En las campañas presidenciales de octubre de 2014, a diferencia de lo que ocurría el 2005 y el 2009, la preocupación por la desintegración del país no está presente. En meses previos a los comicios de diciembre de 2005, el Ministro de Defensa argentino, Jorge Pampurro, dijo que “Bolivia se había libanizado” y que sería dividida en tres regiones entre los países vecinos (Bolpress, 02-08-04).

“Bolivia se encamina al suicidio, ya que será borrada del mapa”, aseguró Mark Falcoff, asesor del vicepresidente norteamericano Dick Cheney («La Prensa», 4/07/04). El FMI afirmó que Bolivia es inviable sin la venta de su gas a ultramar («La Epoca» 20/06/04).

De manera paralela, el portal “Wikipedia” anotó lo siguiente: El Movimiento Nación Camba de Liberación (MNCL) es un movimiento separatista boliviano que promueve el concepto de «autodeterminación de los pueblos» y busca la «independencia» de los “departamentos de Pando, Beni y Santa Cruz, que forman parte del oriente boliviano”.

La Nación Camba pretendía que Santa Cruz fuera un protectorado de la ONU.

A su vez, el Presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Céspedes, en asamblea del consejo autonómico de Santa Cruz, coreaba la consigna de ¡independencia!, ¡independencia! («El Deber», 18./6/05).

En las semanas previas a las elecciones de diciembre de 2009, habían expresiones similares. “La Nación”, de Buenos Aires, del 25-04-08, tituló su editorial con estas palabras: “La Desintegración de Bolivia”. Añadió que “desde hace tiempo, Bolivia es un país en crisis permanente. Ahora, sin embargo, parece haberse convertido… en un Estado en disolución”.

“Los Tiempos” de Cochabamba advertía de la “desintegración del Estado Boliviano” (07-01-07). Gastón Pardo denunciaba que en “Bolivia se rediseña el nuevo mapa sudamericano”, ya que “analistas del American Enterprise Institute (AEI) anuncian con bombos y platillos la inminente extinción de Bolivia” (Red Voltaire – Socios, 20-01-07).

En el 2008, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija realizaron sendos referéndum autonómicos sin la autorización el gobierno central, en los que lo autonómico lindaba con el separatismo. El avión presidencial no podía aterrizar en seis de las nueve capitales departamentales del país.

El triunfo de Evo en el referendo revocatorio del 10-08-08, la derrota del denominado golpe cívico prefectural de octubre de 2008, la aprobación de una nueva Constitución, con rasgos ultra indigenistas de febrero de 2009, la reelección del Jefe de Estado el 06-12-09y el censo del 2012, que demostró que Bolivia es un país indo mestizo, diluyeron la base social del indigenismo radical y de la Nación camba.

El rechazo del MERCOSUR a la atomización del país fue importante en la coyuntura. Sin embargo, la histórica nacionalización de los hidrocarburos, del 01-05-06, fue el eje que aglutinó a la República.

Entre el 2009 y el 2014, se avanzó en la construcción de un capitalismo de Estado, al que, en mayor o menor grado, adhieren los actuales candidatos. La derrota del separatismo y del indigenismo a ultranza impulsó una enérgica política de reivindicación marítima, con el concurso de dos ex presidentes y ex cancilleres, calificados, hasta hace poco, de “delincuentes”.

En lo simbólico, ha pasado el tiempo en el que se pretendía cambiar la bandera nacional, el nombre de Bolivia y de la plaza Murillo de La Paz. Ahora muchos aymaras (y Evo es uno de ellos) han abierto prósperos negocios en toda la geografía nacional.Andrés Soliz Rada

No obstante, sostener que en Bolivia ya está vigente el socialismo, como sostiene el economista liberal Armando Méndez (27-07-14) es una exageración. El socialismo es antagónico con el despilfarro oficial vigente mientras los hospitales públicos están abarrotados, con la firma de millonarios contratos para obras públicas sin licitación, con el afán de prorrogarse indefinidamente en el poder o con el manejo discrecional de un sistema judicial en virtual colapso.

Bolivia ha encontrado en Evo a la persona que ha neutralizado el separatismo, el ultra indigenismo y el neoliberalismo. Pero está lejos de no aspirar a un país con mayor justicia social, menor corrupción y mayor soberanía patria. Por esta razón, las fuerzas que continúan apoyando el “proceso de cambio” están insatisfechas.