Economía/Europa
Javier Martínez  (29/8/2014)Draghi
Ante el peligro que acecha a  los países europeos de deflación, desempleo y altísimos niveles de Deuda, Draghi ha pronunciado, en el encuentro en Jackson Hole, en Wyoming (EEUU), un discurso en el que viene a reconocer el error de la políticas monetarias neoliberales seguidas en Europa desde el comienzo de la crisis hasta ahora, impulsadas por un BCE en manos del banco central alemán y del proyecto de Europa tutelado y sometido a los intereses del gobierno de Angela Mekel, a su vez mero títere de los poderes financieros de la banca y de las transnacionales.

Italia entrando en recesión, Francia en una situación de descarrilamiento gubernamental y político si continúa con las recetas neoliberales, Alemania entrando en parón y no hablemos de los países del sur como Portugal, España y Grecia en una situación de devastación absoluta, todo ello provocado por las políticas del austericidio y de los recortes.

Mientras la Merkel hacia sus pinitos en el camino de Santiago prometiendo a Rajoy poltronas en la UE para Guindos y Arias Cañete a cambio del absoluto sometimiento de España a los intereses alemanes de las llamadas políticas de consolidación fiscal; en los USA, Draghi dió un golpe de timón y siguiendo las presiones italianas y francesas rechazó seguir con los planes de austeridad, anunciando políticas para impulsar la demanda agregada.

Después de una década pérdida para Europa parece ser que Draghi se fija ahora en las políticas económicas de Obama y frente a un desempleo asesino en la UE con una muy baja inflación suena el momento ahora de la impresión de dinero e insuflarlo a la economía y realizar la compra de deuda.

Es un primer paso, aunque insuficiente contra el diktat de Berlín y la falacia de que las medidas neoliberales son las únicas posibles como nos han venido vendiendo.

A parte de este canto de Draghi a  tomar ciertas medidas de carácter neokeynesiano existen además otras alternativas para acabar con la lacra del paro, contra el empobrecimiento ciudadano masivo, evitar la destrucción de los bienes públicos y comunales, recuperar la soberanía política y conquistar la democracia económica.

 

Pero es muy bueno saber que el bloque de la ortodoxia liberal está resquebrajándose pues ni el mismísimo Draghi se lo cree.