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espacioseuropeos (21/10/2014)
La organización de Derechos Humanos, Human Rights Watch (HRW), ha denunciado que el Ejército de Ucrania utiliza bombas de racimo contra la población pro rusa en el este del país: “Las fuerzas gubernamentales ucranianas usaron bombas de racimo en varias localidades de Donetsk al principios de octubre del año en curso lo que viola las leyes de guerra y podría ser un crimen de guerra”, afirma HRW.

En un informe, HRW testimonia que comprobaron el uso de bombas de racimo en más de una docena de localidades ucranianas. La investigación llevada a cabo durante algo más de una semana ha demostrado el empleo de esa peligrosa munición (tipo Uragan de 220 milímetros  y Smerch de 300mm); cada bomba contiene entre 6 y16 proyectiles de pequeño tamaño.

«Es chocante ver como un arma que la mayoría de países ha prohibido se usa de manera tan extensa en el este de Ucrania», declaró Mark Hiznay, investigador en armamento de la organización HRW, para añadir que «Las autoridades ucranianas deberían comprometerse inmediatamente para no usar la munición de racimo y unirse al tratado que la prohíbe»

Al respecto, RTVE informa que “La Convención sobre Munición de Racimo, firmada en Dublín en 2008 y que entró en vigor en 2010, prohíbe el uso de bombas de racimo. 114 países han firmado esta convención, pero Ucrania no es uno de ellos. Tampoco la han firmado, entre otros, Estados Unidos, Rusia o China”.

HRW se ha dirigido al gobierno ucraniano sin obtener respuesta alguna.