Repsol y el Gobierno de España contra la voluntad del pueblo canario. Foto: Greempeace.
Repsol y el Gobierno de España contra la voluntad del pueblo canario. Foto: Greempeace.

España
espacioseuropeos (17/1/2015)
La multinacional petrolera Repsol ha paralizado esta semana las prospecciones petrolíferas que llevaba a cabo en las Islas Canarias. La razón, según informa la compañía se debe a que en la zona donde se estaban realizando los análisis de petróleo extraído indican que no hay petróleo de calidad para continuar con la exploración en estos momentos. 

Repsol estimaba que las reservas en la zona donde realizaba prospecciones (frente a Canarias), y donde también Marruecos extrae petróleo, podría haber aportado un 10% aproximadamente al total que actualmente extrae la compañía.

Hay que recordar que el anuncio de que la empresa petrolera iba a extraer petróleo en Canarias provocó una fuerte oposición por parte del Gobierno de Canarias, la población   y la clase política a excepción del Partido Popular. Asimismo, es conveniente resaltar que los tribunales se decantaron por legalizar los sondeos de Repsol a pesar de la oposición del pueblo canario.

La decisión de la compañía española puede haber estado influida por la bajada del precio del crudo. Otras empresas han tomado decisiones similares. Es el caso de la empresa Shell que ha abandonado su proyecto petroquímico en Qatar y la Statoil (noruega) ha aplazado otro proyecto en el Ártico.

Pero el abandono de Repsol nos suena más a que detrás se oculta una cesión a Marruecos. Como es sabido la empresa estatal de Marruecos Onhym ha comenzado recientemente nuevas prospecciones en el Sáhara Occidental. En este caso, la explotación de petróleo es totalmente ilegal ya que Marruecos ocupa el territorio saharaui en contra de la ONU que sigue considerando ese territorio como “pendiente de descolonizar” y a España como potencia dministradora.

La decisión de Repsol nos recuerda a la que en su día tomó en Guinea Ecuatorial, donde la empresa española tuvo la oferta del dictador Teodoro Obiang para que explotase los hidrocarburos de Guinea Ecuatorial. Por entonces, Repsol no aceptó esa oferta alegando –según Oscar Fanjul, presidente por aquella época de la multinacional española-  que el “petróleo era de mala calidad”. Poco más tarde las empresas estadounidenses entraron a saco y en España alguien incrementó su fortuna.