Abdelatif Hamouchi
Abdelatif Hamouchi

España/Marruecos
espacioseuropeos (6/4/2015)
El Ministerio de Interior español ha justificado la condecoraciones otorgadas en octubre del pasado año al jefe antiterrorista de Marruecos, Abdelatif Hamouchi, y a dos de sus colaboradores, apelando al “alto número de detenciones de yihadistas”. Hamouchi,  director de la Dirección General de la Vigilancia del Territorio (DGST, servicio secreto interior) de Marruecos, está reclamado por Francia por torturas, aunque años atrás el gobierno galo le concedió la medalla de la Legión de Honor.

Los tres policías antiterroristas han sido condecorados por el Gobierno de España con la Cruz al Mérito Policial. Abdelatif Hamouchi, y dos de sus colaboradores, altos mandos de la policía marroquí, han sido condecorados –según el Ministerio de Interior de España- por “el alto grado de cooperación entre Marruecos y España en la lucha contra el terrorismo yihadista”. 

En su día, el diario marroquí  Elquel, calificó esas condecoraciones como “extraño”  que “un gobierno democrático como el español dé una medalla a un señor que está perseguido por un juez francés por encubrir presuntamente a unos torturadores”.

Las condecoraciones fueron concedidas en octubre de 2014 y por entonces varios diputados nacionales españoles preguntaron al gobierno del PP por el motivo de las mismas teniendo el cuenta los receptores de esas medallas. Uno de esos diputados –según Europa Press– fue Gaspar Llamazares, diputado de IU, que se interesó por esa cuestión, a la vez que hizo mención a la Asociación de Cristianos por la Abolición de la Tortura (ACAT)  que presentó la denuncia en Francia por torturas contra Hamouchi.

La denuncia de la ACAT fue por los casos de Naama Asfari, un saharaui casado con una ciudadana francesa, que cumplía una condena de treinta años en la prisión de Salé (Marruecos), y de Adil Lamtalsi, de nacionalidad franco-marroquí, que en la actualidad reside en Francia. Tanto Asfari como Lamtalsi denunciaron haber sido torturados en la sede de la DGST por Abdelatif Hamouchi.

Contrasta la forma de actuar  de Francia que en febrero de 2014 trató de detener a Hamouchi en París, con la mantenida por el gobierno español condecorándole a hurtadillas. Menos mal que la prensa conoció el asunto y lo divulgó. Llamazares comentó: “el gobierno español trató que la ceremonia fuese discreta, pero los medios marroquíes se hicieron abundantemente eco de ella. Mientras Francia persigue a Hamouchi por torturas, el Gobierno español le condecora».

Recordar que en el año 2005, el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero impuso la Gran Cruz de Isabel la Católica al general Hosni Benslimane, comandante en jefe de la Gendarmería marroquí, reclamado también por la justicia francesa con motivo de la investigación sobre el secuestro y asesinato en París de Mendi Ben Barka, opositor a Hassan II.

El Ministerio del Interior de España alega que los motivos para conceder esas medallas han sido las operaciones llevadas a cabo de “forma conjunta con Marruecos en las que han resultado detenidas decenas de personas, y que tenían como objetivo el desmantelamiento de redes terroristas cuyas actividades consistían en la financiación, captación, radicalización, adoctrinamiento y envío de combatientes a las zonas de conflicto de Siria e Irak (…)  y sitúa la relación de cooperación entre la Direction Générale de Surveillance de Territoire (DGST) y la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía como un referente en las relaciones bilaterales entre España y Marruecos».

Lástima –añadimos nosotros- que esas excelentes relaciones con Marruecos no se hayan notado en la tragedia de los espeleólogos españoles en las montañas del Atlas, donde el reino alauita tardó demasiado en permitir la entrada a especialistas en rescate de la Guardia Civil y la Policía Nacional.