Mi Columna
eugenio3Eugenio Pordomingo (6/7/2009)
De nuevo atacan las petroleras a través de extrañas conexiones. El viernes, 10 de julio de este año, de 18:00 a 20´30 horas, en la Sala Maragall, de la Fundación CIDOB, de la Caixa Cataluña (no confundir con la Caixa), va a tener lugar un evento sobre Guinea Ecuatorial.

El denominado «Equatorial Guinea Policy Forum» anuncia que con «motivo de nuestra presentación e inauguración del primer EG Policy Forum, dedicado al intercambio de ideas, análisis y reflexión sobre temas prioritarios relevantes a Guinea Ecuatorial» organiza en Barcelona (Fundación CIDOB) «una mesa redonda en la que se presentarán y discutirán: Un informe de Human Rights Watch sobre el petróleo y los derechos humanos en Guinea Ecuatorial  y Una ficha informativa del Center for Economic and Social Rights sobre Guinea Ecuatorial».

En la jornada de dos horas y media de duración, intervendrán -según el comunicado de los organizadores- Arvind Ganesan, Director del Programa de Negocios y Derechos Humanos en la fundación Human Rights Watch; Ignacio Saiz, Director Ejecutivo en Funciones del Center for Economic and Social Rights; el ecuatoguineano Tutu Alicante, abogado y Director Ejecutivo de EG Justice.

Los organizadores esperan la asistencia de diplomáticos del Gobierno de Guinea Ecuatorial y representantes de empresas petrolíferas, así como varios académicos y expertos guineoecuatorianos, según anuncia la organización. El moderador es José Luís Nvumba, abogado ecuatoguineoecuatoriano. Parece ser que el coordinador del evento es el annobonés Tutu Alicante, que al parecer ha ascendido en la pirámide de estos asuntos.

Nos extraña que participe en este acto la fundación Human Rights, pero la realidad es como es y no como la pintan. También nos extraña que no participe la ONG Global Witness, con la inglesa Sarah Wykes a la cabeza.

Este evento estratégico-petrolero con barniz humanista nos recuerda mucho a aquel otro que se celebró a finales del año 2005, en Kribi (Camerún), en el Hotel Palm Beach Plus, patrocinado, entre otros, por el Banco Mundial.  A esas jornadas, fueron invitados representantes de partidos políticos africanos (Angola, Guinea Ecuatorial, Guinea Conakry, Malí, Níger, Mauritania, Nigeria, Sao Tomé y Príncipe, República Democrática del Congo, Congo Brazzaville y Chad).

Aquella reunión se hizo bajo el epígrafe de «Iniciativa de Transparencia en las Industrias Extractivas», y el auspicio del Banco Mundial. Asistieron, entre otros, Markus Repnik, Bernadette Djapa Nyanjo y Florence Charline (Banco Mundial); Malanga (Fondo Monetario Internacional, delegación en Yaoundé); Eleodoro Mayorga-Alba, Willy Olsen, Christian Mounzeo y Henry Parham (PWYP, Publish What Pay You) y, cómo no, Sarah Wykes (Gpteroleolobal Witness). Junto a estos altruistas de estas Instituciones mundiales y ONG, estaban representantes de las petroleras TOTAL, SHELL, PERENCO y COTCOR, además del Instituto Francés del Petróleo (IFP), representado por J. P. Favennec.

Bajo el subterfugio de la transparencia, en lo que concierne a las materias extractivas (gas, petróleo, diamantes, etc.),  se trató de la situación sociopolítica de cada país invitado y de los datos sobre la producción de los hidrocarburos. Los contenidos no dejan lugar a dudas: «presente y futuro del petróleo», «los principales sectores de producción», «los cuadros institucionales», «los objetivos sectoriales vigentes y las perspectivas en cada país», etc.

Como era de esperar, la organización fue modélica a cargo de Catholic Relief Services, en la que se incluyó visitas a las plataformas petrolíferas  «si las condiciones de navegación lo permiten», según reza en la documentación que se entregó. Entre visita y visita el adoctrinamiento de los asistentes, futuros líderes en sus países, está asegurado…

La PWYP, algo así como «publicidad por lo que se paga», y Global Witness, son en apariencia ONG que se dedican a propalar a los cuatro vientos «algunas maldades» y «corruptelas» de los dictadores africanos y de otros países, pero nunca van más allá. Eso sí, estas ONG -a las que ahora se suma la EG Justice, que dirige Tutu Alicante-, muy poderosas y que nunca hacen público los recursos que tienen, ni de quién o quiénes los reciben, se dedican a «extraer» toda la información que pueden de los opositores africanos. Pero su finalidad última es siempre facilitar toda la información a sus benefactores que, como en el seminario de Kribi, son algunas de las más poderosas multinacionales del petróleo.

Con esta sibilina manera de actuar, pretenden mostrar una imagen de lucha contra la corrupción y las dictaduras. Denuncias en los juzgados, notas de prensa y, de vez en cuando, una jornada de «análisis» como la de ahora a celebrar en Barcelona en la sede de la Fundación CIDOB de Caixa Cataluña