Egipto
espacioseuropeos.com (10/2/2011)mubarak
Todo parecía presagiar que a pesar de sus poderosos aliados, Mubarak terminaría renunciando a la presidencia de Egipto. A pesar del apoyo de Estados Unidos, Israel y la UE, se esperaba que el presidente egipcio renunciase a la presidencia esta misma noche. Pero la decepción, tremenda, entre los miles y miles de egipcios (más de un millón), congregados en la Plaza de Tahrir, en la capital El Cairo, ha sido como un jarro de agua fría: «continuaré hasta septiembre», ha dicho Hosni Mubarak.

El presidente Mubarak se aferra al poder, pero delega la mayoría de sus funciones en el actual vicepresidente Omar Suleiman, hasta hace poco el poderoso responsable de los servicios secretos egipcios y hombre de Israel.

El presidente egipcio se aferra al cargo, a pesar de las peticiones de los manifestantes han sido respetadas y tenidas en cuenta por el Ejército, cuya cúpula se había reunido hoy con carácter urgente para analizar la situación. Una vez concluida esa reunión, los militares han emitido una declaración televisada, en la que han manifestado que aceptarán ‘todas las demandas’ de los manifestantes. El ejército ha declarado que ha tomado todas las medidas necesarias a fin de garantizar la seguridad pública, sin dar más explicaciones.

Hosni Mubarak, a través de una intervención televisad y radiada, ha negado que vaya a dimitir del cargo y ha asegurado que permanecerá en el mismo hasta la elección de un nuevo presidente, que será elegido en unas elecciones «justas y libres». Eso sí, ha prometido que supervisará  «día a día» el traspaso de poder y ha prometido que durante estos meses modificará cinco artículos de la Constitución y eliminará un sexto, relativo a casos de terrorismo, según el despacho de EFE.

La reacción entre los centenares de miles de personas que se encontraban reunidas en la Plaza Tahrir,  ha sido de tremenda frustración y con gritos en contra del contenido del discurso del todavía presidente de Egipto. Varias cadenas de televisión y medios de comunicación internacionales habían especulado acerca de la inminente dimisión de Mubarak.

No se nos oculta que detrás de la decisión de Mubarak  se encuentran Estados Unidos e Israel. De hecho, la CIA confirmaba que esperan una transición que finalice con el nombramiento de su hombre, el actual vicepresidente Omar Suleiman.

De nuevo, la voz del pueblo no es escuchada. Las consecuencias las veremos dentro de poco.