Guinea Ecuatorial
Severo Moto (10/1/2009)
Acabamos de doblar la esquina de los festejos de los Reyes Magos; la celebración que cierra el alegre ciclo de las fiestas de la Navidad. Aunque ya dirigimos un mensaje de Navidad y Año Nuevo a la militancia del Partido del Progreso, a los dirigentes del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio y al inestimable círculo de colaboradores que nos rodean, creo necesario dirigirme a mi pueblo en general, al comenzar un año, 2009, que tantainspiración, anhelos, deseo y propósitos nos provoca a todos.

Quiero volcarme, en una efusiva y respetuosa felicitación a todos los guineo ecuatorianos de dentro y fuera; muy especialmente a la inmensa mayoría de guineo ecuatorianos que, desde hace 40 años de hiriente y bestial tiranía, estamos marcados con el signo de la disconformidad, del abandono, de la persecución, de la relegación y marginación social dentro de Guinea Ecuatorial y en el exilio.

Aunque durante estos 40 años, venimos sufriendo una lenta masacre que se ha llevado por delante a centenares de compatriotas encarcelados, torturados, asesinados; desparecidos, sacrificados y encontrados muertos en las cunetas con sus cadáveres cercenados… Aunque nuestra sociedad, especialmente la juvenil, está abandonada no solo culturalmente sino sobre todo sometida a la prostitución oficial que ha dejado a un 60% atrapados en el SIDA…Aun cuando las esperanzas de vida de nuestra ciudadanía se han visto reducida a escasos decenios; a pesar de los cuarenta años de nuestros horizontes de futuro anegados en la incertidumbre y el vacío de objetivos, no ha desparecido Guinea Ecuatorial. Al revés, resistentes y asomados a la ventana de la desesperación, todavía seguimos repitiendo una y otra vez la vieja frase: «¡NO QUIERO MORIR SIN VER COMO ACABA ESTO…!

Como Presidente de Partido del Progreso y del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, no puedo evitar la tentación de anunciar a mi pueblo que estamos a punto de «ver cómo acaba esto…» Y me asisten muchas razones:

Desde que se creara en el exilio un Gobierno alternativo de Guinea Ecuatorial, en un salto cualitativo que venía a dejar sin fuerza ni sentido la prohibición del Partido del Progreso en Guinea Ecuatorial, al mismo tiempo la población guineana, la inmensa población marginada y la no menos numerosa cantidad de funcionarios civiles y militares, así como ciudadanos atrapados (a la fuerza) en la prisión política del PDGE, vienen asomándose cada día, cada mes, cada año, por la rendija del horizonte para ver la llegada de ese Gobierno, hoy todavía en el exilio.

Desde ese mismo acontecimiento, «fenómeno» (Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio) tanto el Partido del Progreso y su multitudinaria militancia silenciosa, como esa inmensa mayoría de población guineo-ecuatoriana, han seguido muy de cerca y han sufrido las mismas sacudidas, tramas, planes y urdimbres de muerte que, como Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio hemos sufrido en nuestras carnes, de la mano de la tiranía y, muy especialmente de sus desesperados y muy bien pagados colaboradores y lobbies extranjeros.

Nos habéis seguido muy de cerca, compartiendo plenamente nuestro largo y doloroso calvario, cada vez que el régimen de «tortura sistemática» nos ha implicado en un nuevo «intento de golpe de estado contra la tiranía». Os hemos sentido muy cercanos cuando fuimos conducidos al «Gólgota» de Croacia… Os veíamos inmersos en la misma zozobra que nosotros cuando se decidió desposeerme de mi condición de asilo político. Os hemos visto plantaros frente a penal 4 de Navalcarnero, no solo para que se hiciera justicia, sino que os constituíais en una simbólica barrera humana para conjurar y evitar nuestra extradición alevosa y nocturna que el régimen de «tortura sistemática» exigía a sus colaboradores extranjeros. También os hemos visto aplaudir en silencio, cada vez que una nueva trama o atentado contra nosotros fracasaba al calor de las manos imparciales de la Justicia española.

Estos trances y dolores tan íntimamente compartidos a lo largo de los últimos cuatro años (2004-2008) bien deberían considerarse como el necesario precio de nuestra libertad; como un preludio, un anuncio, un augurio y la preparación necesaria y obligada para entrar en el año 2009. ¡No tendría sentido nuestra vida, actividad y existencia como político, si no estuvieran en permanente ofrenda y holocausto por la libertad de Guinea Ecuatorial!

No deja de ser motivo de esperanza el que a finales del año 2008, a la vez que se producía esa extraña y deseada tregua impuesta por la Justicia española contra la persecución a la que nos somete el régimen de «tortura sistemática» y sus colaboradores, el hecho de que las Naciones Unidas decidieran emitir el demoledor y deprimente informe sobre la situación de los derechos humanos y las libertades de nuestro país, en manos de una dictadura considerada por dicho informe como «tortura sistemática» (¡Cuarenta años después!)

Qué decir de la decisión de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, poniendo en manos de la Fiscalía de la Audiencia Nacional una querella contra el desfalco y despilfarro producido por el Presidente Obiang, su familia y su clan contra las inmensas riquezas y fondos económicos procedentes del erario público y patrimonio nacional de nuestro pueblo.

¡Cómo podríamos pasar por alto que el Parlamento español decidiera, en los inicios del siglo XXI, cerrar sus puertas al tirano Obiang Nguema, prohibiéndole emborronar, con una firma tan manchada de órdenes de asesinato, el Libro de Oro de tan alta y prestigiosa Institución española!

No podemos despreciar que por primera vez y a lo largo de los últimos meses del año 2008, los Estados Unidos de América, en los prolegómenos de la era Obama; la Francia de Sarkozy; y, por fin, España, la de los eternos lobbies coloniales de Obiang, se hayan significado con tanta claridad en la denuncia, reproche y desmarque de la tiranía de «tortura sistemática», de los blanqueos de dinero y tráfico de droga que caracterizan, entre otros delitos de lesa humanidad, al régimen que impera en Guinea Ecuatorial.

Quién no consideraría un irrefutable signo premonitorio ese candente rumor que, en los finales del año 2008, recorrió el mundo, anunciando la desaparición física (por envenenamiento) del tirano de Guinea Ecuatorial; rumor que ha acabado convirtiéndose en la incuestionable noticia de su ya eterna huida y ausencia en público.

Como no considerar en su justa y reveladora medida el que el tirano Obiang Nguema en sus recientes incursiones, desde la «clandestinidad familiar» haya llamado «falsos y traidores» a los españoles que tantos puentes de oro y plata le han venido tendiendo para ser tan cruel con el pueblo guineo…

Todos estos signos con que se inició el siglo XXI y que han culminado los primeros ocho años de su primera década, deben considerarse verdaderos «Signos de los tiempos», que para nada deberían ser mirados con indiferencia, desdén o desconocimiento, ni por la oposición democrática que vegeta en el interior del país o late en el abandono y relegación en el exilio, ni por el pueblo guineo ecuatoriano, expectante.

Felicito, por ello al pueblo de Guinea Ecuatorial, porque podemos afirmar que los que hemos resistido, empezamos a ver «cómo va acabando esto…»

Como Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, no puedo dejar de unirme (con mis resistentes militantes del Partido y miembros de mi Gobierno en el exilio y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad) a las voces de otros grupos de la oposición democrática que proponen unirnos en una sola acción definitiva para poner fin a la tiranía de «tortura sistemática» que asola nuestro país.

No podemos despreciar ni quedarnos por detrás de los signos de los tiempos que el milenio recién iniciado nos pone como insinuantes referencias.

Si el estadounidense y afroamericano Barack Obama se ha constituido para todo el mundo, en símbolo paradigmático de la globalización, a todos los niveles, el Partido del Progreso y el Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, unidos a toda la oposición democrática guineo ecuatoriana, nos proponemos trasladar a Guinea Ecuatorial los destellos, en paralelo, de esa dignidad negra que un africano de origen va a desprender desde la más alta dirección de la potencia mundial. Algo nos tiene que tocar, si nos lo proponemos.

Como lema y grito de batalla política hacia la conquista de nuestras libertades y derechos humanos, respeto, dignidad y desarrollo, quiero unir, como apostilla al «¡WE CAN! (Podemos) de Barack Obama, este otro, que lanzo con profunda sonoridad afrohispana: ¡¡¡ESTE AÑO, TOCA!!!, en Guinea Ecuatorial.

¡FELIZ AÑO «FUERTE» DE LIBERTAD, 2009!

N. de la R.
Nuestro colaborador Abaha había anunciado este «mensaje» navideño del líder opositor Severo Moto, que a pesar de cierto retraso publicamos íntegramente.

Las fotografias, propiedad de espacioseuropeos.com, corresponden  (portada) a  Severo Moto con nuestro colaborador,  José Manuel González Torga; con Armengol Engonga, Vicepresidente del Partido del Progreso y del Gobierno en el Exilio, y con el periodista Ramón Lobo.