severo-motoEspaña/Guinea Ecuatorial
Severo-Matías Moto Nsá (19/9/2011)
En «confianza»,  señor Laborda: He leído, con absoluto interés, su artículo su artículo en la «Tribuna» de El Imparcial, del pasado 16 de Septiembre de este año. Me ha llamado poderosamente la atención todo su artículo, desde sus primerísimas líneas, donde asegura que fue recibido en Guinea Ecuatorial por un diplomático que le dijo: «Bienvenido al Club», «En confianza».  No me toca desentrañar la esencia y contenido, objetivos y fines de ese «Club»;  ni  a qué se dedica, para que después de once años de la

independencia de Guinea Ecuatorial, con Macías Nguema  y 32 años con Obiang Nguema, el «Club» español no haya consolidado sus «intereses» en nuestro país, ni a título e interés de ESPAÑA ni a título individual o del reducido «Club».  Su integración en ese Club, le habrá, seguramente,  ayudado a conocer sus objetivos y fines en Guinea Ecuatorial. Sabemos que desde el año 2005, unos meses después de la toma del poder del Gobierno socialista en España,  tanto Usted como el entonces ministro Moratinos, visitaron Guinea Ecuatorial, y toda la información que desde la misma Presidencia de Obiang Nguema, nos llegaba a la oposición guineana en España, era que tanto el ministro como Usted, habían logrado suculentos negocios y compra de inmuebles y terrenos (solo quedaba por  «adquirir», la famosa playa de Aleñá, de arenas blancas, de Luba…).  Parece incluso que desde Guinea Ecuatorial hacia España (pasando, en lancha rápida) por Gabón, hubo un extraño trasiego de maletones de dinero entregado por Obiang Nguema Mbasogo. Todo podría ser fruto de  infundios, rumores y suposiciones por parte de nuestras fuentes confidenciales desde el propio Palacio presidencial de Obiang Nguema.

Lo cierto es que éste, a la vez que entrega abultados sobres y otros regalos  a sus «visitantes especiales e ilustres», hace que dicha información salga a la luz. Lo que se expresa nítidamente en su último discurso del 3 de agosto de este año, donde asegura Obiang Nguema: «España no puede darme lecciones, porque les pago  yo».

Todo el mundo conoce, a través de la prensa española, las violentas declaraciones públicas y oficiales  que siguieron a estas dos vistas a Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial. Y los luctuosos acontecimientos (Atentado en Croacia, incluido) que han sufrido algunos opositores guineos en España… fruto de los compromisos con Obiang Nguema y sus pagos millonarios. 

Su afirmación de que nuestra «rica y compleja realidad humana nos conoce mucho más  que lo que nosotros les conocemos a ellos», es una afirmación tan rotunda como coincidente con la realidad. Eso debería invitar a un  mayor conocimiento mutuo; para  evitar que unos, a pesar de conocer bien a los otros, se muevan por miedo al castigo, por  respeto excesivo o, en cualquier caso, a base de trampas… Y otros, subidos al potro de la prepotencia, actúen, eso, como si un elefante entrase en una cacharrería… 

¿¡ESPAÑA NO TIENE INTERESES EN GUINEA ECUATORIAL!?
En «confianza»: Nada irrita, molesta y provoca tanto a un guineo ecuatoriano como oír de un español la afirmación: No tenemos ningún interés en Guinea Ecuatorial. En más de una ocasión la frase ha sido objeto de fuertes altercados, discusiones y casi peleas entre españoles y guineos. Es una descarada contradicción cuando los guineos constatan que, a pesar de la independencia, y precisamente a propósito de esta independencia es cuando más peso español sienten los guineos.

Macías Nguema tomó el poder, como un castigo español impuesto al pueblo guineano por aceptar la independencia. Obiang Nguema está en el poder por decisión y anuencia de España. Hoy, Obiang Nguema sigue en el poder, simple y llanamente porque España aún no se suma a la oleada de reclamos populares e internacionales para que se vaya el tirano Obiang Nguema («¡No pueden darme lecciones, porque yo les pago…!» -grita Obiang Nguema a los españoles-)  

Obiang Nguema está emperrado en solicitar a España la anuencia, permiso y apoyo para heredar el poder dictatorial a su hijo ´Teodorín´  Nguema Obiang. Todo parece estar pendiente de que Obiang Nguema conceda, como contrapartida, que el socialista guineano Don Plácido Mikó, sea el Primer Ministro de  la Guinea Ecuatorial presidida por ´Teodorín´ Nguema Obiang.  Si es así, parece que España aceptaría el llamado «Plan Teodorín» de sucesión en Guinea Ecuatorial, a través de un REFERENDUM que ya está lanzando efluvios de un hedor a corrupción, apaño, felonía y violenta traición al pueblo guineo.

Hoy por hoy, pocos lobbies -quizás ninguno- hay tan poderosos y decisivos en Guinea Ecuatorial y en España como el lobby español que cuida de Obiang Nguema.  

bono-obiang-aristegui-y-duran-i-lleidaEl silencio, el secretismo y  la clandestinidad impuestos por España, a Guinea Ecuatorial, mediante la famosa y denigrante «Ley de Materia Reservada» que sigue pesando sobre nuestro país (y que ningún dignatario, ningún político, ningún gobierno, ningún partido político español se digna levantar y abolir; y que tanto salva a Obiang Nguema del conocimiento y denuncia documentada de todo ese mundo sucio que promueven y protegen en Guinea Ecuatorial).

¿Todo ese blindaje español a Obiang Nguema es porque no hay ningún interés español en Guinea Ecuatorial? El verdadero miedo que nos da a los guineos es la posibilidad de que pese sobre nosotros el conjuro de que  nunca dirija este país un guineo ecuatoriano  honesto, transparente, sincero amigo de España, diferente de Obiang Nguema. A eso parecen dedicarse los lobbies españoles… 

En «confianza», Don Juan José Laborda Martín:
Espero que un número muy nutrido de guineos se asome a las páginas de EL IMPARCIAL  del día 16  de septiembre de este año, lea su «Tribuna» y tenga muchos más elementos de juicio y comentario.  

¿REPUDIO, DE ESPAÑA, A LA VIOLENCIA DE OBIANG NGUEMA?
Dice Usted que: «Hay dos premisas en las que fundamentamos nuestro pensamiento y nuestra acción en ese país: repudio de cualquier violencia como fórmula política y defensa  sincera del consenso como técnica para lograr el entendimiento». 

Cualquier guineo ecuatoriano, cualquier español, que analice la trayectoria de Obiang Nguema hacia la presidencia de Guinea Ecuatorial y se pare a contar la cantidad de víctimas y cadáveres  que este asesino ha sembrado en su camino; cualquier guineo que vea cómo en España se pasó como un soplo por encima de los últimos asesinatos de cuatro guineanos traicionados, secuestrados, extraditados y destrozados por Obiang Nguema Mbasogo en la finca de Basilé; cualquier guineo ecuatoriano que se asome a las calles de Guinea Ecuatorial y vea la siembra de instrumentos violentos (barreras militares, presencia masiva asesina de militares, policías y «seguridad» o el reguero de sangre que dejan en las cunetas  los asesinos oficiales de Obiang Nguema); cualquier guineano que intente cruzar una barrera de las que cercenan las libertades del pueblo guineo, y vea con qué burla y prepotencia la sortean los extranjeros (ricos y blancos) mientras él es llevado a la cárcel por haber intentado la misma suerte; en fin, cualquier guineo ecuatorial que haya vivido o esté viviendo la violencia de Obiang Nguema en las cárceles de Guinea Ecuatorial y que oiga que  el pensamiento de España en su acción con nuestro país es el «repudio a la violencia…» para , a renglón seguido, asistir a los grandes abrazos amistosos y acaramelados de Ustedes con el hombre-paradigma de la violencia en Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo… ¿Qué debe pensar?  

Si España repudia la violencia contra Obiang Nguema, debería obligarle a repudiarla  contra el abatido pueblo guineo.

En relación a la «defensa  sincera del consenso como técnica para lograr el entendimiento…»; a cualquier guineo  se le ocurriría, inmediatamente, la pregunta: ¿Le han sentado alguna vez a Obiang Nguema y le han invitado (seriamente) a abandonar la violencia  asesina con la que trata a los guineanos, y sumarse al consenso, que tanto le pide la oposición, como técnica para lograr el entendimiento? 

LA GRAN DIGNIDAD DE LOS PARLAMENTARIOS ESPAÑOLES
En «confianza», señor Laborda:
Ningún guineo; ni siquiera un «equatorguineano» de la propia patulea de Obiang Nguema, dejaría de extrañarse y sentirse  escandalizado de que Usted, Senador español, se pringue en defensa de Obiang Nguema, tan clara, pública y en reto  abierto contra todos los dignísimos parlamentarios españoles que le negaron a ese asesino de Obiang Nguema  acudir a la sede del poder español y emborronar, con su firma o garabato, el Libro de Visitas del Parlamento español.

La profunda llaga que, en 43 años, ha cavado el dictador Obiang Nguema en el alma y en las propias carnes vivas del pueblo guineano, no se cura, desde España (país en el que piensa, espera y añora el pueblo guineano) cubriendo de besos a Obiang Nguema e intentando que sea el único punto de referencia para los intereses españoles en Guinea Ecuatorial.  

Juan Jos Laborda, ex senador
Juan Jos Laborda, ex senador

¿CONJUGAR «INTERESES» CON «VALORES», EN LA GUINEA ECUATORIAL DE OBIANG NGUEMA?

Es absolutamente imposible conciliar los intereses que (dígase lo que se diga) tiene España (o cuando menos, algunos españoles) en Guinea Ecuatorial, con los valores. Unos, los intereses, apenas pasan de ser espurios, tratándose del imperio dictatorial, cerrada e impenitentemente  corrupto, de Obiang Nguema, sus apoyos y sus lobbies; y que se mueven, normalmente, en la oscuridad, el secretismo, y bajo la triste cobertura de la «Ley de Materia Reservada». Los valores, en «confianza», tal como se definen los valores y yo al menos los considero, (por ejemplo, la «Transparencia») brillan por su ausencia en las relaciones entre Obiang Nguema, sus adláteres y quienes se les acercan. 

YO CREO EN MUCHOS ESPAÑOLES
Nacido español, aunque consumido por un terrible y deprimente  exilio en España; mientras me arrimo, empujado, al ocaso de mi vida, sé y reconozco con gran esperanza que en España hay españoles que felicitaron  y felicitamos a los parlamentarios que le negaron su entrada en la dignísima Cámara de Representantes del pueblo español. Y creo en la amplia sociedad civil española;  los hay (es experiencia propia mía) españoles fuera del poder y de las Instituciones  y  gobiernos, que me han demostrado que  en su trato con Guinea Ecuatorial primarían, o al menos sabrían conjugar los valores humanos, con los intereses materiales  que Usted asegura no tener en nuestro país.  

Solo la persistente y pertinaz sequía  de valores (humanismo, democracia, libertades, derechos humanos, transparencia, honestidad, caridad, dignidad, elegancia, legalidad…) por parte de los protagonistas de las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial, pueden abocar precipitadamente a este país a un Philipinas-2

Con «confianza». Estoy muy seguro, Señor Laborda, que esta palabreja, que tanto reitero en esta «Tribuna» enviada a  EL IMPARCIAL, le suena, sobradamente…

N. de la R.
Este artículo de Severo Moto, Presidente del Partido del Progreso, publicado en la página de internet del Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial, lo recogemos en espacioseuropeos.es con la expresa autorización de su autor.
Anotar, eso sí, que Juan José Laborda, no es senador, lo fue.