Guinea Ecuatorial
P. O. (Corresponsal en Guinea Ecuatorial)
(15/12/3011)
La inauguración de la Basílica de Mongomo nos ha dejado a los guineanos algunas semblanzas importantes. Dicen que el presidente de Guinea Ecuatorial pretendía «llenas» la catedral de personalidades blancas, pero el deseo no pudo transformarse en realidad. La presencia del cardenal Francis Arinze, enviado del Papa Benedicto XVI, fue la personalidad más alta que Obiang Nguema pudo mostrar al mundo a través de un complejísimo y medio desorganizado equipo de técnicos de la TVGE.
A muchos guineanos nos llamó la atención la petición que hizo al Altísimo en plena Misa el Obispo Juan Matogo: ¡Pido a Dios que alargue la vida de su Excelencia Obiang Nguema! Quizás, el Obispo lo que estaba pidiendo era por él. Todos saben, especialmente los que se encuentran cercanos a Obiang Nguema, que la situación no puede alargarse más. Las gentes están más que hartas, pensando en cualquier locura.
Y los de «arriba» lo saben; no es que lo intuyan, es que a ciencia cierta lo conocen. Por ejemplo, el obispo Matogo que siempre se desplaza acompañado por un numeroso grupo de guardaespaldas, pues teme cualquier cosa.
Aquí la gente está más que indignada, ven a los políticos como sus enemigos, incluidos a los del CPDS. Se dan cuenta que viven muy bien, van en coches lujoso, mientras ellos no tienen ni luz en sus casas. Guinea Ecuatorial vive aislada, por ejemplo, acceder a la red s más que imposible. La sanidad va de mal en peor; se han abierto nuevas clínicas, pero al poco de iniciar su trabajo caen en los defectos de siempre. Sigue habiendo muchos casos de cólera y de contagios en los hospitales, pues no se tiene la más mínima precaución con el material sanitario: Las jeringuillas -yo he sido testigo de ello con un caso en mi familia- se emplean para más de una persona, y cuando alguien protesta le suelen decir, «¡No te preocupes, si el de antes está sano; eso es malo cuando hay un enfermo contagioso!»
Las carreteras que se construyeron cuando la reunión de la Unión Africana, la mayoría construidas por los chinos, se han tenido que hacer de nuevo. Ahora, las obras son revisadas, en la mayoría de los casos, por españoles, aunque desconocemos si pertenecen a alguna empresa española o no. SODECO es una de las empresas que se encarga de una parte importante de esas construcciones.
Como decía antes, la población de Guinea Ecuatorial desespera y se siente muy desanimada, ya que no tiene ninguna esperanza en que la democracia y el desarrollo lleguen al país. No confían, como decía, en los políticos de aquí, ni en esos que se dicen «opositores». Por ejemplo, Plácido Micó y Celestino Bakale. Del primero ya no esperan nada, sobre todo cuando vemos como su empresa de «bloques» de cemento no hace más que vender su producto a los hermanos y otros familiares de Obiang Nguema. Y de Bakale, ahora viceministro, mejor ni hablar.
Quiero comentarles a nuestros lectores que por la primavera de 2005, creo recordar, mantuve un encuentro con Celestino Bakale, en la sede del CPDS en Malabo (entonces era secretario 
general, ahora milita en el PDGE), estábamos hablando de Severo Moto y de su desaparición (creo recordar que ya se había dicho o se rumoreaba que se encontraba en Croacia), y nos soltó de repente: «Me parece que Moto ha aparecido muerto en Kinsasa (Congo), parece ser que su cadáver ha aparecido tirado por allí…». No se me olvidará, que aprecié en él incluso una ligera sonrisa. Desde entonces me aparté totalmente de ellos. Más tarde supe que en Madrid, desde ciertos sectores, se comentaron las mismas impresiones acerca del «cadáver» de Moto. Un asunto qué no acabamos de entender como con ilustres abogados no se ha ido más al fondo.
Hasta mi próxima comparecencia si las autoridades y la red de internet me lo permiten.