ataque-al-consuldado-de-estados-unidos-en-bengasi1Bengasi  (Libia)
espacioseuropeos.com (12/9/2012)
Christopher Stevens, embajador de Estados Unidos en Libia, murió el pasado martes en el ataque que se produjo contra el consulado en Bengasi. En el mismo ataque murieron tres funcionarios estadounidenses. Al parecer, el ataque fue realizado por «hombres armados que protestaban contra una película anti-islamista», según fuentes oficiales libias y norteamericanas. Aunque otras fuentes lo atribuyen a partidarios del antiguo régimen, como represalia a la extradición desde Mauritania de un destacado miembro de los servicios secretos de Gadafi.   

Al parecer, entre los atacantes se encontraban numerosos salafistas. Los hechos se iniciaron cuando un numeroso grupo de individuos -se supone que la mayoría libios y musulmanes- se manifestaron violentamente ante el consulado estadounidense. La seguridad del recinto,   policía libia, sorprendida abandonó de forma precipitada la sede diplomática. Fue en ese momento cuando funcionarios estadounidenses dispararon contra los manifestantes, lo que acrecentó la violencia. Los manifestantes asaltaron el consulado, incendiándolo y saqueando sus dependencias. El embajador murió, al parecer asfixiado en el interior de su vehículo, y los tres funcionarios a causa de  disparos.

Más tarde, un contingente de marines de Estados Unidos, enviado desde Trípoli, acudió en ayuda del resto de los funcionarios estadounidenses que se encontraban refugiados en un edificio cercano. Los soldados  sufrieron un ataque a resultas del cual murieron dos soldados y otros  14 resultaron heridos.

Estos sucesos confirman el escaso control que las autoridades libias mantienen sobre la mayoría de grupos violentos, fuertemente armados, que desde la caída del régimen de Muamar Gadafi (octubre de 2011), especialmente del movimiento salafista.

La muerte de Stevens ha sido confirmada hoy por el propio presidente de EE. UU., Barack Obama. Por su parte, el CGN libio expresó en un comunicado hecho público su «indignación  y su condena en los términos más enérgicos» de «este ataque criminal», a la vez que anunció -algo habitual en estos casos-  la apertura de «una investigación exhaustiva».

Una película sobre el Islam y Mahoma puede estar en el origen de las protestas, aunque algunos observadores opinan que la causa que «movido a esas masas han podido ser otras». Por ejemplo, la extradición desde Mauritania a Libia de Abdalá el Senusi, jefe de los servicios secretos del depuesto Muamar el Gadafi.

Christopher Stevens, embajador americano en Libia
Christopher Stevens, embajador americano en Libia

Nada más conocer los trágicos sucesos,  Sam Bacile, director, guionista y productor de la película que, supuestamente, provocó disturbios en Egipto y el ataque al consulado de Bengasi, afirmó que el «Islam es un cáncer. Y punto». Estas declaraciones las hizo al ´Wall Street Journal´. El autor de  ´La inocencia de los musulmanes´ se define como un ciudadano israelí-estadounidense.  

La película  se exhibió a primeros de este año en Nueva York, en una sala medio vacía, y apenas ha tenido eco hasta ahora. Que sepamos, circula por Internet, y una copia fue doblada al árabe en Egipto. Un resumen de unos trece minutos puede verse en  Youtube.

En la cinta se ve a Mahoma como un «iluminado que engaña a unos seguidores ignorantes. El profeta es presentado como homosexual, defensor de la esclavitud infantil y del sexo extramarital, entre otras ofensas para los musulmanes», recogen varios medios de comunicación.