casa-de-la-palabra1Abaha  (20/4/2008)
Hace ya tiempo, quizás desde 1979, que los gobiernos españoles -unos más y otros menos- maquinan y ensayan diversas estrategias con objetivos oscuros, que siempre se adornan con los eufemismos del «interés de España», la «economía» o la «geoestrategia», o sea el poder y el  dinero. Decir esto si es de patriotas, igual que lo es criticar si va mal la economía o si la justicia no es todo lo justa que uno quisiera, o los salarios son bajos o la vivienda está cara. Hablar con la verdad, y no con lengua de serpiente, siempre es bueno y saludable.

La «urdimbre», «pacto diabólico» o como lo queramos  llamar acerca de los asuntos de Guinea Ecuatorial, siempre ha existido. Pero, ahora con tantos y sofisticados medios, la perfección es mayor: escuchas telefónicas,  la compra de un pobre hombre por cuatro euros, a otro -funcionario, profesor, desempleado, o lo que sea-,  se le «estimula» con un ascenso en la carrera, un trabajo más o menos fijo, ciertas e importantes cantidades o, a veces, por el simple placer de creerse un James Bond.

Ya hemos dicho aquí más de una vez que el verdadero enemigo de Teodoro Obiang Nguema es Severo Moto, no quiere decir que no existan otros, e incluso muy cerca de él. Pero Moto es para Obiang su «dolor de cabeza». A Moto le han querido matar en más de una ocasión, los de aquí, los de allí y los de vaya usted a saber dónde. Por suerte, parece que los Espíritus le acompañan y le protegen.

La «urdimbre», el «pacto diabólico», en definitiva la estrategia de turno, cuenta con que Obiang debe llevar a cabo unas elecciones tranquilas, sin problemas, donde CPDS, APGE, UP y alguna que otra sigla tengan su cabida en la Cámara de Representantes de Guinea Ecuatorial. De esta manera Obiang podría ofrecer al mundo su democracia.

La noticia de la detención de Severo Moto no nos ha extrañado; algo se barruntaba en el ambiente. Sobre todo después de la sentencia del Tribunal Supremo que le mantenía el asilo político. Pero otros datos se han unido a esta «urdimbre». A nadie se le escapa que este y los anteriores Gobiernos de España se tragan todas las mañanas el «sapo de Obiang«. Le toleran, pero no les gusta, Además, él sabe mucho…

Por eso, junto a esta detención hay otros elementos en los que debemos reparar. Por ejemplo -ya se ha dicho aquí- con cargo a los presupuestos generales del Estado- se ha creado una nueva fundación hispano-guineana, que ya veremos en qué consiste;  pero, ¿puede ser posible que ahora se intente acabar con el dictador desde España?

La pregunta queda hecha para la reflexión. Al gobierno actual, se diga lo que se diga, no le gusta Obiang, pero le traga. La ocasión sería ahora ideal par darle un «papirotazo», pero sin Moto y los suyos. Los que quieren obrar así tienen a su hombre, que plácidamente se encuentra en Malabo en los aledaños del poder.

Ya lo intentaron con el mismo personaje y otros -que se encuentran en España-, pero en aquella ocasión fracasaron. Y esta, ya lo anunciamos, también fracasarán.

Junto a esta estrategia de fagocitación. Aparece un personaje cutre, bueno más de uno, que ha estado visitando -quizás sigue- algunos países africanos, al parecer para mantener contactos con las embajadas de Guinea Ecuatorial, con la intención de recabar información o de contar con ellos en el caso que se produzca el «papirotazo».  O, quizás, lo contrario…

El personaje en cuestión ejerce de profesor de una institución privada, y ha pasado por casi todos los partidos políticos españoles, hasta los que no tienen representación parlamentaria. Sin ética ni estética, sólo desmedida ambición, el personaje, viaja a «cuerpo de rey», y hasta disfruta de los placeres de las playas africanas en compañía de su esposa, blanca, por supuesto.

¿Qué intenciones anidan en el cerebro de los que diseñan estrategia tras estrategia? No se puede saber, pues ellos tampoco lo tienen claro. Tiran del dinero del erario público y adelante, salga lo que salga. Si sale bien, se apuntan el tanto; si sale mal, le endilgan el muerto a otro. O campaña de prensa, para distorsionar la realidad…

Vamos a ver que hace, cómo se mueve el Partido del Progreso y el Gobierno en el Exilio y, también, a ver qué hace el resto de la oposición. En estos momentos hay que quitarse la venda, dejar aparte los «tiquismiquis» y leña al mono. Ahora ha sido Moto, otras veces han sido otros…

Todos a una como en Fuenteovejuna…