Guinea Ecuatorial/España
espacioseuropeos.com (1/12/2012)
¿De qué se estarán riendo Obiang y Plácido Micó?
¿De qué se estarán riendo Obiang y Plácido Micó?

La página de internet del Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial, que preside el opositor Severo Moto, editó ayer un artículo firmado por  «Exilio en España», y titulado «Adiós, Adolfo Fernández Marugan, azote de la oposicion guineana exiliada», que publicamos a continuación tras haber solicitado autorización para ello. Y lo hacemos, no por el interés que nos merezca el personaje en cuestión (Fernández Marugan), sino porque el cierre de la página de Asodegue se debe, con toda seguridad, a «circunstancias obligadas y de fuerza mayor». Y el que manda, manda.

No se nos olvidan las «persistentes recomendaciones»  que funcionarios españoles hacían a ciertos opositores guineanos relativas a que «no hay que dar información a espacioseuropeos -en concreto a Eugenio Pordomingo-, pero sí a Marugan«.

De todo ello hablaremos próximamente, y también de las reuniones con San Egidio, Juan José Laborda, Rodolfo Martín Villa, CC. OO., y UGT, sin olvidarnos de los «tejemanejes» urdidos desde Ferraz (sede nacional del PSOE), de los «observadores internacionales» mandados por el ex ministro de AA. EE.,  Miguel Ángel Moratinos, para difundir la «buena nueva» de la limpieza de las elecciones celebradas por Obiang Nguema. Por supuesto, no se nos escapan los dineros (muchos millones) que desde Moncloa y alguna institución, en la etapa de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, se entregaban a la oposición (González) y a «dóciles y falsos opositores» (Zapatero), dentro de la estrategia de hacer lo posible para que el dictador de Guinea Ecuatorial siguiera en el poder. Más, mucho más, se va a relatar en el volumen que el director de espacioseuropeos va a publicar.

En fin, he aquí el artículo que hemos mencionado:

Adiós, Adolfo Fernández Marugan, azote de la oposición guineana exiliada
Exilio en España (29/11/2012)

Ayer, día 29 de Noviembre, a través de su página, Asodegue, Don Adolfo Fernández Marugan nos anunciaba su retirada. No os podéis imaginar el respiro que ha supuesto esta noticia para  muchos opositores guineanos exiliados. Por fin se retira una de las muchas  bestias negras que han tenido los partidos guineanos. Nosotros desde el Partido del Progreso, vamos a desearle que en este, su  plácido retiro,  tenga la paz que a nosotros nunca  nos concedió.

Sin querer polemizar sobre las verdaderas circunstancias que han provocado su abandono de la Página, si es chocante la excusa de su jubilación, cuando en realidad lleva jubilado de Telefónica desde el 95, además en esta lucha hay muchos jubilados y todos -jubilados y no jubilados- trabajamos sin cobrar ni un chavo, sólo por el compromiso de ayudar al pueblo guineano a liberarse de la dictadura de Obiang Nguema. ¡¡Qué  pasa¡¡ ¿es que se os ha agotado esa abundante fuente de financiación -vía cooperación o de diferentes dádivas, tanto de vuestros amigos socialistas españoles, como del propio régimen- con la que os financiabais? ¿O más bien es que -como las ratas-  abandonáis el barco cuando veis que este se va a hundir?

Felipe González y Obiang Nguema
Felipe González y Obiang Nguema

Nosotros conocemos mejor que nadie al personaje, porque hemos sentido el amargo veneno de su aguijón. Nunca hemos recibido nada bueno de el, -en Asodegue se hablaba de nosotros cuando había que criticarnos- solo el ataque gratuito, las  insidias, la mentira y la marginación. El daño que ha causado a la oposición  que lucha de verdad contra la dictadura y al pueblo guineano en general, con su postura -travestida de libertad y bien disimulada- de apoyo a Obiang, es sencillamente indescriptible. Todo con la intención de sacar beneficios económicos, tanto para el, como  para sus compañeros socialistas españoles. No podemos olvidarnos, que  él y sus amigos urdieron el plan para que la POC fracasara, porque tenían miedo a que Severo Moto democratizara de verdad el país y así perderían su verdadero chollo, que siempre ha sido Obiang. Después acordaron con el Dictador que el CPDS participara en todas  las convocatorias de elecciones junto a Obiang, ocupar el escaño en la Asamblea para legitimar al régimen y a cambio, su amigo Plácido se movería libremente por el país, y recibiría, como ellos, los correspondientes beneficios de este pacto. Al final el pueblo ha advertido la jugada del CPDS y los considera a todos como parte del régimen. Por este motivo, cuando Plácido Micó aparece en público en Guinea, es sonoramente abucheado, así  que ahora solo aspira a que el Dictador siga gobernando y a evitar con todos los medios, que Severo Moto aparezca por Guinea Ecuatorial. Al advertir que Plácido, su apoyo en el interior de Guinea Ecuatorial, estaba siendo sancionado por el pueblo, el Sr. Marugan y sus amigos, le han abandonan a su suerte, para apostar, esta vez  por una nueva plataforma, CEIBA, coalición que engloba  a diferentes personajes y partidos políticos de cuño federalista e independentista.

En cuanto al «curriculum» del Sr. Marugan, diremos que Lleva ocupándose de los asuntos de Guinea Ecuatorial desde el año 92, de forma ininterrumpida hasta esta, su segunda jubilación. Es sabido por todos, que siempre ha estado «mangoneando» todo lo que se movía en torno a Guinea Ecuatorial en España. El era el responsable de financiar a la oposición guineana, con dinero procedente de los fondos reservados, en la etapa de Felipe González. A nuestro Vicepresidente no se le ha olvida la imagen de un Marugan con la mochila en la espalda, donde llevaba el dinero para repartir entre la oposición, siempre de forma aleatoria y caprichosa, en función de las amistades o de la ideología política. No podemos olvidar que el Sr. Marugan ha actuado a lo largo de estos años como un redomado sectario, correa de transmisión, tanto de su partido (el PSOE), como de los diferentes lobbys de Obiang que operaban en España. El siempre ha estado repartiendo carnet de opositor y etiquetando a la oposición en función de sus intereses. Así los suyos eran nominados como «la única oposición legal en el interior-(CPDS-«, los buenos, siendo «los malos» los otros partidos de oposición exterior y los muy malos, -«terroristas» y «golpistas»-, nosotros, los del Partido del Progreso, los que nos oponíamos frontalmente a la dictadura de Obiang y especialmente su líder Severo Moto, sobre el que vertía toda clase de infundios. Llegó a verter tanta porquería contra Don Severo Moto -siempre utilizando a sus amigos de la  Cadena Ser y del periódico El País-, que nuestro Presidente no tuvo más remedio que ir a los tribunales, los cuales condenaron a nuestro «ínclito amigo» y al Grupo Prisa a indemnizarle por injurias y calumnias. Al final Don Severo Moto, en un acto de magnanimidad, renunció a la correspondiente indemnización económica.

Su cercanía al poder español -no olvidemos que su hermano es alto cargo del PSOE- le ha dado una información que el  ha sabido manejar a la perfección, siempre para desprestigiar a Severo Moto y a la demás oposición exiliada en España. Además en todos las desgracias con las que Obiang «obsequiaba» a nuestro Líder, -con el inestimable apoyo de esos compañeros suyos que ostentaban el poder en España-, allí siempre aparecía Marugan. Cuando Severo Moto estaba secuestrado en Croacia, el se dedicaba a intoxicar a la opinión pública, manifestando -Exteriores ya se lo había comunicado a Margarita, la esposa de Don Severo– que había aparecido muerto en una carretera de Congo, pero el si sabías la verdad. Después, cuando salta la noticia que había aparecido vivo en Croacia, pronunció -lo tenemos grabado- esa  lacónica y miserable frase: «esta vez habéis ganado». Mas tarde, cuando Don Severo fue recluido en la cárcel de Navalcarnero -acusado de intento de golpe de estado contra Obiang-, él sabía hasta en la comisaría en la que se encontraba detenido y no levantó ni una sola mano para ayudarle a salir de esa situación. Este comportamiento nos retrotrae a 1995, fecha en que Don Severo estaba encarcelado en Black Beach, cuando nuestro compañero, Pablo Ndong Nsema, hoy ministro del Gobierno en el Exilio, reunió en Malabo a toda la oposición con el objetivo de presionar a Obiang para que le soltara, su pupilo –Plácido– pronunció otra mezquina y miserable frase: «hemos de admitir que en toda lucha siempre ha de haber algún mártir».

Obiang, Zapatero y Moratinos
Obiang, Zapatero y Moratinos

Tampoco se nos olvidan todas las maniobras que dentro y fuera de Guinea Ecuatorial ha estado haciendo para que la gente del Parido del Progreso recalara en el CPDS y así manifestaba: «como vuestro partido está ilegalizado, Don Severo Moto nos ha encargado a nosotros que os representemos». Ese mismo argumento esgrimía en los cursos de verano de Galapagar (Madrid), cuando manifestaba a los militantes del PP que se apuntaban a esos cursos de verano -no olvidemos que Marugan tenía la exclusiva- que Don Severo había mandado una carta a Obiang pidiéndole que lo perdonara y que, por tanto ya no era oposición, solo el CPDS era la auténtica oposición.

Hay que reconocer, que en el fondo a este individuo nunca le ha importado ni el sufrimiento, ni  las aspiraciones de libertad y democracia del pueblo guineano, solo le ha importado la forma de sacar dinero de Obiang, para el y para todo el conglomerado de intereses radicados aquí en España y que el manejaba a la perfección. Lo que nos extraña, es cómo ha podido ocultarlo tan hábilmente y durante tanto tiempo. Aunque conociendo la falsedad y la mentira que envuelve al régimen y a todos los intereses que se mueven junto a él, esto no nos coge de sorpresa. De todas formas, ya iba siendo público y notorio, entre todos los guineanos, esta sucia maniobra que ha estado llevando a cabo durante tanto tiempo y por ello, los auténticos opositores le detestaban profundamente. Por este motivo, cuando todos han sabido la noticia de su retirada, ha estallado un autentico sentimiento de alegría por todas las redes sociales donde se mueven los opositores guineanos.

Así que Sr. Marugan, retírese de verdad, descanse «plácidamente» y no vuelva mas por estos lugares, que todos nos alegramos. Y que lleves tanta paz como tranquilidad dejas a los opositores y al pueblo guineano en general.