espacioseuropeos.com (5/8/2009)
El Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes, aprobó un Real Decreto por el que «se concede una subvención de dos millones de euros del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación a la Fundación ONUART«. El destino de esos dos millones de euros son «para contribuir a la financiación de los gastos derivados de la ingeniería y la intervención plástica en la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones del Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra«.
La gongoriana explicación para justificar el fasto de este gasto es la siguiente: «Este proyecto se enmarca en el contexto de la política de potenciar los valores sociales y culturales españoles en el ámbito de las Naciones Unidas y de otros foros multilaterales, de forma que redunden en beneficio del progreso y del incremento de las relaciones entre España, sus instituciones y sus empresas y los Organismos Internacionales, y surge de un compromiso suscrito con Naciones Unidas en 2007 para contribuir a la reforma y remodelación del Palacio de las Naciones en Ginebra».
El año pasado ya recibió esa misma fundación otra subvención por un importe de 2.037.200 euros, que se financiaron con cargo al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
En noviembre del mismo año, el polémico 
Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra dio motivo para que en el Congreso de los Diputados se organizara un cierto escándalo por el altísimo coste (29 millones de euros) de las obras-pinturas de la cúpula del artista Miquel Barceló, sobre todo porque esa cúpula se sufragó con fondos de la ayuda al desarrollo.
Con mucho menos de esa subvención, se hubiera podido dotar al cuartel de la Guardia Civil de Calviá (Mallorca), de cámaras de videovigilancia y de inhibidores electrónicos.
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