A. G. (3/7/2008)
El nefasto ministro de Economía Pedro Solbes ha tenido que reconocer, tras sus persistentes y engañosas negativas, que nuestra economía crecerá por debajo del 0,3 por ciento, y que a final de año la situación será aún peor.
Entre los meses de enero y abril de este año, las importaciones arrojan un saldo negativo de 29.976.608.020 euros, lo que equivale a unos 30.000 millones de déficit comercial. El déficit exterior ha sido de 40.720 millones de euros en el mismo periodo de tiempo, que equivale a un 11 por ciento del PIB, el más alto de la historia de España y el más elevado del mundo.
La crisis económica, ya está en nuestros domicilios. Para paliar la «desaceleración», el ministro de Industria, Turismo y Comercio ha propuesto incentivar la imagen «made in Spain», para superar el déficit comercial del 10 por ciento del PIB y un déficit exterior que se aproxima al 12 por ciento del PIB, el más elevado en la actualidad de todo el mundo.
A la vista de este panorama, Miguel Sebastián, en plena competencia con Solbes, no ha tenido más remedio que reconocer que «las dificultades» van a continuar en los próximos trimestres, pero que nuestras exportaciones van a ser el «motor» de la recuperación económica. En Zaragoza, en el marco de la reunión del Consejo Interterritorial de la Internacionalización, Sebastián apuntó algunas de las medidas para tratar de paliar la siempre negada crisis económica. Estas propuestas, entre otras, son acogerse a la nueva «tarifa nocturna de la luz», que han denominado «tarifa valle», debe ser por lo de Valle de Lágrimas.
Con la puesta en práctica de esta medida, tendremos que poner la lavadora, el lavaplatos, la secadora, etc., por la noche. De esta forma, según Sebastián, ahorraremos no se cuanto, pero para eso hay que notificarlo antes a la empresa eléctrica y además instalar un nuevo contador. El «contador» lo paga, nadie lo duda, el contribuyente.
Nadie se imagina lo que puede ser, de noche, todos los aparatos eléctricos funcionando, además de la «tele»… No es que nos tomen el pelo, es que consideran que somos «tontos de baba».
La realidad es que las tarifas eléctricas han subido más de un 11 por ciento desde enero, y se espera que suban más, mientras que las empresas eléctricas ven aumenta sus beneficios de manera escandalosa. Pero, para eso está el fútbol, el gran amortiguador de nuestras desdichas, que nos ameniza y nos hace más llevaderos los problemas económicos.
¡Que vuelva el Auxilio Social!