Mi Columna
Eugenio Pordomingo  (24/4/2009)severo-moto-y-su-hija2
Nuestra intención era haber publicado la segunda parte de nuestra «charla» con Severo Moto antes de esta fecha, pero hechos imprevistos nos hicieron reconsiderar que teníamos que volver a «charlar» con Moto, aunque fuera telefónicamente, para que nos aclarase su posición sobre los mismos. En concreto, me refiero a la noticia que publicamos y que hemos denominado «carta fatídica», misiva enviada al dictador Teodoro Obiang Nguema, por un sector de la oposición guineana, en la que le piden «con urgencia abrir cauces de diálogo…».

Nada más hacer público espacioseuropeos.com esa noticia, la red se cargó con referencias a las bondades o maldades de la mencionada «carta». De momento, que sepamos, no hay previsto, ni creo que lo habrá, un encuentro entre la oposición y Obiang Nguema

En nuestra «charla» con Severo Moto nos quedamos en la postura demócrata-cristiana del Partido del Progreso…

P.- ¿Su posición ante las iniciativas empresariales…?
R.- Nosotros no podemos poner freno a los inversores ni a los proyectos. La competencia es fundamental. El Estado no puede constituirse en un estúpido, y lo digo con claridad, en el estúpido maestro de todo lo que suceda en lo que significa desarrollo de un oasis. Al Estado le toca subsidiar, cuidar y proteger, incluso ayudando a aquellos que no llegan al mínimo desarrollo individual. El Estado debe ayudar. Cuando alguien lleva una empresa a Guinea Ecuatorial, y no consigue llegar a implantar un proyecto interesante para el pueblo, el  Estado debe ayudarle. Lo que no debe hacer el Estado es abandonar proyectos interesantes para el país. El Estado debe ayudar, pero nunca suplantar…

P.- Y ¿las empresas petrolíferas…?
R.-  Las empresas de este sector se encargan de hacer su trabajo lo mejor que pueden. En ningún momento el pueblo debe mirarlas como enemigos. Deben ser empresas transparentes, pues esa transparencia significa la continuidad de todos. Si no hay transparencia su acción se debe cortar de forma inmediata…

P.- Ha sacado usted a relucir la figura del Presidente Barack Obama con su nueva forma de gobernar. Vamos a plantearnos un escenario en el que su partido resulta vencedor en unas hipotéticas elecciones y ustedes pueden gobernar con mayoría absoluta, ¿qué medidas tomaría un gobierno democrático con la gente que ha delinquido, que ha torturado, que ha matado, que tiene cuentas corrientes en el extranjero con el dinero del pueblo….?  ¿Qué medidas tomaría el nuevo Gobierno?
R.- Hombre, lo que es cierto, es que alguien que ha delinquido pueda salir de rositas de Guinea Ecuatorial. Ni siquiera Guinea Ecuatorial podría permitirse decir como se ha ido del país, déjenlo. No. El Gobierno en el Exilio,  mañana Gobierno de Unidad Nacional, lo que no va a permitir es que los que han robado o matado se essevero-moto3capen. Si han robado tienen que responder. La Justicia no va a ser cuestión de un partido. No. Será la Justicia, la Ley, que a cada uno de esos delincuentes los va a poner en el banquillo, y lo digo con absoluto conocimiento de causa, porque hay muchos en mi queridísimo país, que al estar unidos a Obiang, lo único que les espera en el futuro es el banquillo. Y cuando yo, en alguna ocasión he dicho o he escrito, «Hay que salvar a Mongomo», claro que hay que salvar a Mongomo… En Mongomo, como en cualquiera de los poblados de Guinea Ecuatorial, hay delincuentes. El futuro Gobierno no debe ir tomando represalias contra todos ellos. Es la Justicia guineana, que debe actuar para todos aquellos que se han visto afectados por estos cuarenta años (11 de Macías y 39 de Obiang).

Cuanto lleguemos al poder, la Justicia los va a sentar a todos en el banquillo. Estoy seguro que más de uno piensa, «si viene Severo Moto nos perdonará». No, no, no es Severo Moto ni el Partido del Progreso. Es la ley y la Justicia la que va a poner a cada uno en su sitio…

P.- Si la ley y la Justicia los va a poner en su sitio, también tendrá que haber un resarcimiento para las víctimas. Igual que en España hay una legislación para resarcir a las víctimas del terrorismo, ¿no es lícito que exista una ley para ello? En Guinea hay muchas personas que han perdido a sus familiares a consecuencia de torturas, otros han padecido cárcel…
R.- Yo estoy seguro que en más de una ocasión hemos hablado sobre que hay que resarcir a todos aquellos que se vieron obligados a marcharse de Guinea tan sólo con lo puesto, después de haber pasado años ofreciendo y haciendo posible que mi país llegara a aquel momento, a aquella situación, en la que era como el espejo de África para muchos países del entorno en el pleno desarrollo de la colonización. Y nunca estaremos contentos si no resarcimos a todos aquellos que se han visto afectados por esas formas arbitrarias, injustas e ilegales de actuar.

Para nosotros es fundamental cubrir legalmente ese vacío que se ha producido durante los años de Gobierno de Obiang. A partir de ahí, ¿cómo no vamos a crear una comisión para estudiar todos los casos de empresas y de personas que se han visto afectadas…? Aun cuando el régimen esté finiquitado, sigue siendo Guinea la responsable de dar respuesta a estas situaciones…

Como Gobierno de Guinea Ecuatorial estaremos dispuestos a dar respuesta a cualquier empresa, empresario o individuo, que se haya visto afectada por el régimen que ya podemos llamar «anterior».

P.- ¿Ha mencionado usted al Presidente Barack Obama como modelo que parece  intentar regenerar la vida política internacional, porque, indudablemente, Estados Unidos es la nueva Roma. Se han filtrado por algunos medios de comunicación, no sabemos si interesados o no, que la embajada de Estados Unidos alertó al dictador Obiang Nguema de que se iba a producir un asalto a su Palacio en Malabo el 17 de febrero. ¿Usted cree que el embajador actuó por su cuenta…?
R.- Hay dos temas claves. Tengo quemoto-y-armengol decir que he leído el discurso de «entronización» en la Casa Blanca, y el propio Obama se ha dirigido al mundo africano diciendo «hombre, hagan ustedes algo para que podamos ayudar». Bien, eso significa que Obama está dispuesto a hacer que la democracia que se ha encontrado en Estados Unidos se extienda por el mundo. A partir de ahí ha sido tanta la confianza, que como muchos otros, nosotros nos hemos dirigido a él, y al Vicepresidente de su país, diciendo lo que creemos debe ser Guinea Ecuatorial.

P.- ¿Se han dirigido ustedes al presidente Obama…?
R.- A él y, como le digo, al Vicepresidente de EE. UU. Yo creo que no se nos tienen  que caer los anillos por habernos dirigido a ellos. Pensamos que tiene que ser Guinea Ecuatorial, como punto central, donde son necesarias unas elecciones libres e impulsadas por la ONU, lo que permitirá que desaparezcan tantas historias como está sucediendo…

Respecto a que si el embajador norteamericano alertó a Obiang de que podía haber algún problema con gentes que querían hacerle salir de en medio de ese camino de tragedia en que se ha metido, pues a mi me da la sensación que eso no se corresponde con lo que quiere la nueva Administración Obama, de libertad, democracia y desarrollo de los Derechos Humanos.

A partir de ahí, creo que no es nada del otro mundo que el Partido del Progreso y el Gobierno en el Exilio pongan a Obama al tanto de nuestras reclamaciones y depositemos toda nuestra confianza… Posiblemente, algunas embajadas norteamericanas estén «afectadas» por el régimen anterior. Solamente le pediríamos al Presidente de Estados Unidos, que cuanto antes sus embajadas sean transmisoras en el mundo de lo que en la Casa Blanca se está diciendo…

P.- Usted nos ha comentado acerca de una carta que han dirigido al Gobierno español…
R.- Hombre, si hemos escrito al gobierno americano y a la comunidad internacional, cómo encontrándonos en España e hispanos, no nos íbamos a dirigir al presidente del Gobierno español. Es que sería increíble que el Partido del Progreso o la oposición no se dirigieran a D. José Luís Rodríguez Zapatero, diciéndole, «Señor presidente lo que está sucediendo desde el día 17 de febrero en Guinea Ecuatorial…»

P.- ¿Podemos conocer algo de su contenido…?
R.- Yo, al presidente del Gobierno español, evidentemente le he dicho, le hemos dicho, que esto que acaba de suceder el 17 de febrero sólo se termina si España lidera un proceso de libertades y democracia en Guinea Ecuatorial. Y ese proceso pasa necesariamente por unas elecciones libres, limpias y democráticas…

A mi no me duelen prendas en decir que he escrito al señor Zapatero. Y estoy seguro que me va a contestar… Si no me contesta (hace una pausa), bueno, todos sabemos en que mundo nos movemos…

No hay duda alguna que el asalto al Palaciomoto2 de Malabo que tuvo lugar el pasado 17 de febrero, ha convulsionado, no sólo a Teodoro Obiang Nguema y a su régimen, sino también a la oposición., al menos a parte de ella…

P.- Hablemos de la carta dirigida a Obiang Nguema…
R.- La idea y la iniciativa parte del propio dictador que solicita reunirse con la oposición en el exterior. La sugerencia o la petición, la hace a través de alguna potencia extranjera, aunque todo el mundo era consciente que esta petición la hacia por «boca pequeña» y sin una verdadera voluntad política de diálogo. Sin embargo,  así ganaba tiempo que ya no tiene, por la presión internacional tras los sucesos del 17 de febrero del año en curso. Lo único que hemos hecho, en el ejercicio de nuestra responsabilidad como políticos de la oposición democrática, es coger el guante del dictador y devolverle la pelota a su tejado, para que demuestre de una vez por todas su verdadera dimensión humana ante el pueblo guineano y ante la comunidad internacional.

Tras convocar al resto de la oposición y trasladada la idea de la carta, solicitando un dialogo en terreno neutral y en presencia de la «comunidad internacional», como España, Francia y EE. UU.  Firmamos la mayoría de los grupos que asistieron a esa reunión, y se acordó enviarle la carta a Obiang, y copias a su Primer Ministro y al de Asuntos Exteriores. También mandamos copia de esa misiva, al Rey de España, al Presidente Zapatero y al ministro Moratinos. También, al Presidente de Estados Unidos, a su Vicepresidente, a la Secretaria de Estado y al Presidente de la República de Francia.

Básicamente esta es la realidad de los hechos, que ha desatado tanta tormenta en un vaso de agua. Porque un demócrata no puede negarse al dialogo y en estas condiciones, lo demás es «marear la perdiz», porque cada cual sabe su posicionamiento y en que parte de la línea divisoria esta.