espacioseuropeos.com (15/4/2009)
La editorial Sial Ediciones, nos ha sorprendido en su Biblioteca Histórica «Marqués de Valdecilla», con un estupendo libro del granadino Carlos Alvar, reconocido especialista en literatura románica medieval. Carlos Alvar dirige desde 1992 el Centro de Estudios Cervantinos de Alcalá de Henares, donde coordina como responsable máximo la Gran Enciclopedia Cervantina, una magna obra de la que ya han visto la luz los seis primeros volúmenes, en los que participan más de doscientos especialistas de todo el mundo. Asimismo, es Presidente de la Asociación Internacional de Hispanistas y Doctor honoris causa de las Universidades de Córdoba (España) y Hebrea de Jerusalén (Israel).
Don Quijote se nos presenta como un caballero andante. Bastaría esta caracterización para que comprendiéramos de inmediato ante qué tipo de héroe nos encontramos: su modelo más próximo será Amadís de Gaula, y el remoto, Lanzarote del Lago. Ahí tenemos las claves que han de servir para una lectura literal del texto: amor y hazañas, aventuras realizadas con el pensamiento puesto en la dama amada. Los precursores de Don Quijote apenas tuvieron más preocupaciones que las derivadas de su propio quehacer heroico; sin embargo, el Ingenioso Hidalgo nos abre la puerta de su casa manchega para dejarnos ver una biblioteca, principio de no pocos de sus males, y a partir de ese momento, los libros nos acompañan de formas diversas, pero siempre están presentes: los personajes leen, están al tanto de las más recientes publicaciones, visitan una imprenta, discuten de literatura; en definitiva, viven gracias a la tradición literaria en la que están insertos, y viven de lo que han aprendido en esos libros, tendiendo de ese modo un puente con el lector, que conoce perfectamente las lecturas que sirven de sustento a la ficción.
La polémica literaria adquiere, así, un papel de primordial importancia; caballeros, nobles, curas o amas, cabreros y actores, todos tienen su propio punto de vista que dialoga con el del lector. Las hazañas leídas superan, con creces, a las vividas; y apenas hay más hechos de armas que los realizados por el protagonista.
Don Quijote ha superado a sus predecesores, y Cervantes ha insertado la figura literaria en la vida cotidiana.
No sorprende que un libro acerca del héroe manchego o sobre la obra del escritor alcalaíno reciba como título las tres palabras que reflejan de forma más exacta su contenido: letras, armas, vida.
El libro que aquí tenemos reúne nueve trabajos publicados entre 2001 y 2008, varios de ellos con motivo del IV Centenario de la publicación de la Primera parte del Quijote.