Abaha (21/4/2009)
La puesta en marcha del «African Partnership Station 2009» (iniciativa promovida por EE. UU. encaminada a conseguir mayor seguridad marítima en el continente africano), ha llevado a los Infantes de Marina de la Armada española a adiestrar a miembros del Ejército camerunés. En el «African Partnership Station 2009» participan España, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Portugal, Dinamarca, Nigeria, Camerún, Senegal, Ghana, Gabón, Cabo Verde, Sierra Leona, Togo, Guinea Ecuatorial, Kenia, y, curiosamente, Brasil.
Con esta iniciativa, Estados Unidos y la UE pretenden garantizar la seguridad de la zona. Y, ¡mira por donde!, Obiang Nguema se siente así muy protegido, ya que, si los que quieren acabar con él, suelen llegar por mar -piensa él-, pues ahora lo van a tener más difícil.
Alrededor de Guinea Ecuatorial, como de otros muchos países, aparecen casi siempre asociaciones, ONG, ayuntamientos y otras instituciones, dispuestas a donar dinero que, por unas u otras causas, nunca llega a beneficiar a la supuesta población receptora de esas ayudas. El dinero que donan no sale, por supuesto, de esas instituciones, sino del erario público.
En esa línea, el Ayuntamiento madrileño de Alcorcón nos sale otra vez con una donación (en este caso de 65.000 euros) para «formar mujeres en Guinea Ecuatorial», a través de un programa de cooperación. ¡Señor Enrique Cascallana Gallastegui, alcalde Alcorcón!, ¿no sabe usted que Guinea Ecuatorial es el tercer país productor de petróleo de África?
A nosotros nos extraña mucho ese tipo de ayudas. Primero, porque casi nunca llegan donde tienen que llegar; y segundo, porque siempre hay un intermediario (institución, asociación, persona…) que es la que «canaliza» la ayuda. Más vale que el alcalde de Alcorcón pida para que finalice de una vez la dictadura que atenaza al pueblo guineano. Con estas ¿ayudas?, lo único que hacen ustedes es dar oxígeno a este dictador…
Visto el lío que ha montado la «carta fatídica» o «siniestra», nos vemos en la necesidad de publicar íntegro su contenido y en breve lo haremos, aunque la filosofía de la misma es conocida de sobra. Pero lo que si es cierto es que «alguien» ha tendido una trampa saducea a los inductores y firmantes de la misma.
Tiempo al tiempo…
Parece que las «perdices» de la CASA están de «sacacorchos», sonsacando de acá y de allá, pues no las tienen todas consigo. Su olfato les indica que «algo se mueve», pero no saben si por mar o por tierra. Quizás por los dos… ¿Mira, que si fuera por el cielo…?