Amy Goodman (18/10/2009)
El Teniente Dan Choi se niega a mentir. Choi, un veterano de la guerra de Irak y graduado de West Point, declaró el pasado 19 de marzo en el programa «The Rachel Maddow Show»: «Soy gay». En virtud de la política «No preguntes, No digas» de las fuerzas armadas, esas dos palabras bastan para dar de baja a Choi. Choi se convirtió en un fuerte defensor de la derogación de esta política y habló ante miles de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) y sus aliados en la reciente Marcha Nacional por la Igualdad, el domingo pasado en Washington D.C. Dijo: «Al igual que muchas personas, me enlisté en las fuerzas armadas porque mi país me llamó. ‘No se pregunten qué puede hacer su país por ustedes, sino qué pueden hacer ustedes por su país’. Pero cuando decimos la verdad sobre nuestro amor, nuestro país nos da una bofetada en la cara y nos ordena ‘No pregunten’, y nos ordena ‘No digan’. Bueno, les digo que la época y el tiempo de preguntar se terminó. ¡Ya no pregunto más! ¡Digo! ¡Digo! ¿Ustedes se sumarán a decir conmigo?».
Poco después de que Choi reconoció públicamente su homosexualidad, el Departamento del Ejército le envió una carta que afirmaba en una parte «Ud. reconoció públicamente que es homosexual, lo cual constituye conducta homosexual. …Sus acciones afectaron en forma negativa el orden y la disciplina de la Guardia Nacional del Ejército de Nueva York». Desde que el Presidente Bill Clinton promulgó la ley «No preguntes. No digas» en 1993, 13.500 soldados, marinos e Infantes de Marina fueron expulsados de las fuerzas armadas por comportamiento similar. Choi podría ser retirado de su cargo en forma «no honorable», y perdería la asistencia de salud, su derecho a jubilación, educación y otros beneficios que tienen los veteranos de guerra. Mientras el Congreso avanza en la eliminación de las restricciones que tienen las personas con «afecciones preexistentes» para acceder a un seguro de salud, la condición preexistente de Choi -ser gay y ser sincero al respecto- podría bastar para dejarlo fuera del sistema de asistencia médica de Asuntos de los Veteranos para siempre.
La noche previa a la marcha del domingo, el Presidente Barack Obama dio un discurso en un evento de Human Rights Campaign, el mayor grupo de defensa de los derechos de los homosexuales, y el más adinerado. Obama dijo: «No deberíamos castigar a los estadounidenses patriotas que han dado un paso al frente para servir a su país. Deberíamos celebrar su disposición de mostrar esa valentía y generosidad en nombre de sus conciudadanos, especialmente cuando estamos peleando dos guerras. No podemos darnos el lujo, no podemos darnos el lujo de destituir gente de nuestras filas con las habilidades fundamentales que necesitamos para luchar, del mismo modo que no podemos darnos el lujo de que la integridad de nuestras fuerzas armadas obstaculice y comprometa las carreras de quienes están dispuestos a pelear, haciendo que vivan una mentira. Por eso estoy trabajando con el Pentágono, con sus líderes y con miembros de la Cámara de Representantes y el Senado para poner fin a esta política. Pondré fin a la política ‘No preguntes, No digas’. Ese es mi compromiso con ustedes». Sin embargo Obama no estableció un plazo.
Luego de recibir la carta del Ejército, el Teniente Choi escribió una carta abierta a su comandante en jefe, Obama. En ella dijo: «Personalmente, serví durante diez años acatando la política ‘No preguntes, No digas’: una ley y política inmoral que obliga a los soldados estadounidenses a engañar y mentir acerca de su orientación sexual. Lo que es peor, obliga a otros a tolerar el engaño y la mentira». Los soldados estadounidenses en Afganistán están sirviendo junto a otras fuerzas de la OTAN que incluyen a soldados abiertamente gays o lesbianas.
Urvashi Vaid, activista por los derechos de los homosexuales de larga trayectoria y autora de «Virtual Equality: The Mainstreaming of Gay and Lesbian Liberation», se opone a la guerra y al militarismo, pero me dijo: «Las fuerzas armadas son un gran empleador y deben comprometerse a no discriminar». Ella también estuvo en la marcha del domingo, cuya convocatoria sorprendió a varias de las principales organizaciones gay, debido a que no la organizaron activamente. Urvashi continuó: «En primer lugar hay un cambio generacional dentro del movimiento de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT). Hay una nueva ola de activismo que está surgiendo. Y es homosexual y heterosexual. Ese es el segundo gran cambio. En los años en los que he participado en el movimiento LGBT, ha sido fundamentalmente la gente del movimiento quienes han salido a las calles. En esta marcha había un número realmente grande de familias, amigos y aliados no homosexuales, que tenían pancartas, por eso pude identificarlos. Y la gente con pancartas, como una pareja interracial que estaba parada allí – serían treintañeros- un hombre blanco y una mujer afroestadounidense, tenían una pancarta que decía ‘Nuestro matrimonio también era ilegal en un momento’. Y otras personas con pancartas que decían que estaban apoyando a sus amigos y familiares. Creo que el tercer cambio que está sucediendo en el movimiento LGBT es que ahora hay una agenda de temas más variados que está siendo levantada por la gente que va a las marchas».
Además de la ley ‘No preguntes, No digas’, el movimiento LGBT también pretende derogar la Ley de Defensa del Matrimonio de la era Clinton, y lograr igualdad en cuanto a los derechos del matrimonio. Esta será una lucha difícil, vaticina Vaid, que se librará a partir del activismo de base en cada distrito legislativo. El momento no podría ser más oportuno para impugnar leyes discriminatorias: el día anterior al discurso de Obama ante Human Rights Campaign, un hombre homosexual fue atacado con insultos homófobos y golpeado brutalmente por dos hombres en la ciudad de Nueva York. Actualmente está en coma.
El Teniente Dan Choi aún es, técnicamente, un oficial en servicio. Obama podría poner fin al proceso abierto en contra de Choi. Los activistas sostienen que Obama podría detener la aplicación de la regulación ‘No preguntes, No digas’ mediante una orden ejecutiva. Sin embargo, las medidas desde la Presidencia o desde el Congreso quizá no lleguen a tiempo para salvar la carrera militar de Choi. Si pierde sus beneficios de salud, tiene un plan. Choi recibió un mensaje del médico iraquí cuyo hospital ayudó a reconstruir durante su estadía en Irak. Choi comentó en Democracy Now lo que decía el mensaje: «El vio algunas entrevistas en Internet, en YouTube y CNN y otras apariciones, y me dijo: ‘Hermano, sé que eres gay, pero sigues siendo mi hermano y eres mi amigo. Y si tu país, que te envió a mi país, si Estados Unidos, que te envió a Irak, te da de baja de manera que no tengas beneficios médicos, puedes venir a mi hospital cuando quieras. Puedes ingresar y te daré tratamiento. Puedes venir al sur de Bagdad, porque es mi deber pagarte de algún modo los sacrificios que hiciste, sería mi honor».
Choi finalizó la entrevista diciendo: «Espero que nuestro país pueda aprender de ese médico iraquí».
N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de Democracy Now. Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.