Aquilino Tejedo (12/2/2010)
El actual ministro de Fomento, José Blanco, pretende hacer un supuesto ejercicio de ejemplaridad a costa de los controladores aéreos, variando a la baja sus remuneraciones y, por otro lado, la organización de su trabajo. Para ello el Consejo de Ministros de Zapatero ha aprobado un decreto-ley y logrado convalidar su posterior tramitación como proyecto de ley.
Es cierto que los emolumentos de los controladores aéreos españoles, entre sueldo fijo y horas extraordinarias, resultan escandalosos, máxime en las actuales circunstancias de crisis económica, primero negada y luego ahondada por la política de Don Tancredo que viene aplicando nuestro infausto Gobierno.
Pero los sucesivos convenios laborales entre la empresa pública AENA y esos profesionales no son imputables, sin más, a los controladores sino también a la misma AENA y a los Gobiernos que se vienen sucediendo: los de Zapatero, que llevan más de 5 años y los anteriores del signo que sean. Ahora, suplantar la autonomía negociadora de las partes que han suscrito convenios para legislar impositivamente, resulta sorprendente.
Pero, además, habría que hacer otras consideraciones:
1ª/ Las remuneraciones que se hacen públicas sobre miembros del Gobierno, tanto del actual como de los precedentes guardan una relación solo parcial con la realidad («Los 60.000 € anuales son el chocolate del loro de Zapatero«, según aparecía en espacioseuropeos.com, con fecha 14/07/2008). ¿Qué fondos reservados tiene asignados José Blanco? Ahí tienen una baza los controladores aéreos.
2ª/ El ministro Blanco, que no distingue entre el editorial (artículo de fondo de un periódico) y la editorial (empresa editora), probablemente carece incluso en el presente, de base, para haber preparado y superado las pruebas exigidas a un aspirante a controlador aéreo en España. Sin embargo vive -como político a trompicones con la prosodia, la sintaxis y la cultura general- con un nivel socioeconómico no ya de controlador aéreo sino de supercontrolador estratosférico.
3ª/ Introducir el sistema automatizado AFIS (Servicio de Información de Vuelo de Aeródromos) en aeropuertos de escaso tráfico, y opciones privatizadoras sobre las que pone en guardia Izquierda Unida, podrían reducir al menos la expectativa de seguridad en el ánimo de los viajeros. El Gobierno canario ya ha planteado algunas cautelas.
4ª/ La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha anunciado que planteará los recursos legales a su alcance.
Está visto que mientras Zapatero se conforma con volar hasta Washington para estar en el coro de rezadores de Obama, el ministro Blanco quiere, aquí, ser Reagan, que metió en cintura a los controladores aéreos de Yanquilandia.