espacioseuropeos.com (6/4/2010)
El Ejército de Estados Unidos ha admitido que soldados de este país mataron a dos mujeres afganas embarazadas, una de ellas adolescente durante un ataque nocturno que tuvo lugar el 12 de febrero de este años. El periódico británico The Times recogía la noticia, según la cual investigadores afganos comentaron a reporteros de ese diario que los soldados estadounidenses «intentaron encubrir los asesinatos», noticia de la que se hace eco la agencia de noticias Democracy Now.
De acuerdo con los datos de esas mismas fuentes, soldados estadounidenses, presuntamente, «extrajeron las balas de los cuerpos de las víctimas y lavaron las heridas con alcohol antes de mentirles a sus superiores sobre lo que había sucedido».
Las dos mujeres muertas, madres de familia numerosa, estaban embarazadas. En un principio, los oficiales de la OTAN (estadounidenses) «sugirieron que estas mujeres fueron asesinadas a puñaladas -o habían muerto de alguna otra manera- horas antes de la redada» que los militares estadounidenses efectuaron contra supuestos grupos talibanes.
Este grave incidente ha tenido lugar en medio de la borrasca originada por las críticas del presidente afgano, Hamid Karzai, contra los líderes de las naciones occidentales por la injerencia en asuntos afganos, intentando conseguir un «títere» y un gobierno «servil» a sus intereses.
Karzai acusa a determinada embajada -aunque no especifica, todo apunta a que se refiere a EE. UU.-, de intentar un fraude electoral en las últimas elecciones presidenciales.
Las acusaciones del presidente afgano fueron hechas ante una comisión de notables de su país, responsables electorales: «Los extranjeros fabricarán excusas, ellos no desean que tengamos elecciones parlamentarias (…) Ellos quieren que el Parlamento esté débil y golpeado, y que yo sea un presidente ineficaz y que el Parlamento también lo sea».
Por otro lado, soldados alemanes, adscritos a la OTAN, mataron por error a seis soldados afganos, al confundirlos con talibanes.