faustino-ondoGuinea Ecuatorial
Abaha (26/3/2011)
La herencia del legendario Andrés Moisés parece seguir estando en litigio. El partido UP (Unión Popular) ha despertado desde siempre sumo interés. Ya el diplomático, otrora íntimo de Obiang Nguema, José Ramón Gil Casares, andaba detrás de Moisés, ofreciéndole el oro y el moro para que se pasase a las huestes gubernamentales con sus siglas.

Andrés Moisés aguantó como pudo a base de entereza y dignidad, y comer en albergues municipales y pequeñas ayudas de amigos. Pero no se doblegó ante los políticos socialistas y populares, ni ante las promesas de funcionarios de los ministerios de Exteriores, Defensa e Interior.

Gil Casares, en su etapa de Secretario de Estado con el PP, intentó domeñar al líder de UP, pero no lo consiguió. Con motivo de unas jornadas socioculturales, organizadas con apoyo de la institución San Pablo-CEU, con la finalidad de convencer a ciertos opositores de que «había que apoyar a Teodoro Obiang«, Gil Casares mantuvo varios encuentros con los más propensos a aceptar participar en esa estrategia.

En esa operación colaboraron varios personajes -blancos y negros-, uno de ellos fue Jeremías Ondó, por entonces ministro de Obiang, que por encargo de su jefe y de Casares (la operación era conjunta, España y Guinea Ecuatorial) trata de convencer a sus correligionarios del partido Unión Popular. La operación no fructificó y  Jeremías Ondó fue cesado poco después.

Pocos meses antes -julio de 2004- tuvo lugar el «atropello» y muerte del doctor Elías Maho Sicacha, que fuera Presidente de la Cruz Roja Guineana. La preocupación por ese atropello era evidente.

Desde España siempre se ha tratado de crear títeres políticos, con visos d oposición, para así dar cierto barniz de demócrata al sátrapa, pero aparte de gastar miles de euros en esas operaciones de salón, lo único que han conseguido los diseñadores de esas operaciones, ha sido alargar la agonía del sistema-régimen de Malabo. Y de paso, enturbiar el futuro entre los gobernantes guineanos y España, sean quienes sean los que de un lado y otro detenten el poder.

La etnia ntumu es mayoritaria en Guinea Ecuatorial; casi todos sus miembros serían votantes de UP en caso de unas elecciones democráticas y limpias. Los okag -segunda etnia en número-, lo son del Partido del Progreso que lidera Severo Moto, aunque una pequeña minoría lo sea, o era, del CPDS.

Obiang tiene miedo a protestas en la calle. Sabe que no puede sofocarlas como le gustaría. Por eso ha tratado, asesorado desde la Madre Patria, de montar y desmontar una supuesta manifestación el pasado miércoles. También se ha reunido con los líderes del CPDS y de una supuesta UP, gobernada por Daniel Darío Martínez Ayecaba, que pasó desde las elecciones de 2009 a disponer de un flamante Mercedes, y nueva y lujosa casa. Parecido bienestar consiguieron Archivaldo Montero Biribe, Domingo Abuy Eló, Emilio Ndongo Biyogo, entre otros muchos. Fue el resultado post electoral de aquel 2009.

Por mucho que laboren, es como si remaran en el aire. El presidente de UP es Faustino Ondó Ebang,  ex  militar, de la etnia predominante -de Ebebiyin- y de reconocido valor (estuvo más de cinco años en cárceles del régimen).

Ya pueden pergeñar un Pacto Nacional Vinculante y reformas de la Ley Fundamental, cuando menos se lo esperen, las calles estarán llenas de gente.