España/Sáhara
Ana Camacho (13/4/2011)juguetes-para-los-ninos-saharauis
La Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) ha decidido coger el toro por los cuernos y dar la batalla contra el origen del mal del conflicto del Sáhara Occidental: los equívocamente llamados acuerdos de Madrid con los que el último gobierno de la dictadura del general Francisco Franco simuló haber zanjado su responsabilidad en el territorio con la entrega de su administración a Marruecos y Mauritania. Lo que pretende la APDHE es deshacer de una vez este entuerto con una campaña que exige al Gobierno y todas las fuerzas políticas que declaren oficialmente que esos supuestos acuerdos fueron nulos.

Para lograr el objetivo la APDHE ha lanzado una campaña de recogida de firmas ciudadanas en apoyo de su iniciativa (aquí está la página). Además, su presidente, José Antonio Gimbernat ha dirigido una carta al presidente Rodríguez Zapatero (aquí la tenéis en este enlace) en la que le recuerda que no hacer nada para acabar con la ocupación ilegal marroquí del Sáhara es una política suicida para los propios intereses de España. Mañana, a las 12.00 horas en el Congreso de los Diputados, acompañado por un grupo de saharauis, Gimbernat intentará llamar la atención de todas las fuerzas políticas allí representadas entregando a sus líderes este mismo texto. Aquí va el comunicado colgado en Facebook que pide a todo el que pueda pasar por allí, que no se limite a mirar y se una a la comitiva que va a exigir que los españoles cumplamos, de una vez, con el pueblo saharaui.

La propuesta de la APDHE no se limita a exigir que España retome las responsabilidades de las que ha hecho dejación jugándose su propio prestigio ante el resto de las potencias con una vergonzosa violación del derecho internacional. Si España no es capaz de cumplir con sus responsabilidades con el pueblo saharaui, vienen a decir desde la asociación de los derechos humanos, pues que le entregue oficialmente la administración a las Naciones Unidas, como hizo Portugal con su colonia de Timor Este, invadida por Indonesia. Es una opción legalmente factible y que, de hecho, se estuvo a punto de llevar a cabo en 1975. Lo impidió el rey Hassan II de Marruecos que no quería saber nada de tener por el Sáhara unos cascos azules que no fuesen, como ocurre ahora, meros elementos decorativos.

Hay quienes creen que este segundo punto de la iniciativa entraña un grave peligro para los saharauis. La ONU también se presta a servir chapuzas, especialmente cuando están los intereses de Francia de por medio (no hay más que ver su papelón en Costa de Marfil o el Congo) y, en el asunto del Sáhara su actuación ha tendido a lo largo de estos 35 años a favorecer la ocupación marroquí francofonizadora y no al agredido. Lo más lógico, sin embargo, es que fuesen los saharauis quienes se pronunciasen al respecto ya que, al fin y al cabo, la Carta de la ONU obliga en su art. 73 del Cap. XI a las potencias administradoras a escuchar la voz de los pueblos que administran.

El Frente Polisario ha venido exigiendo a los gobiernos españoles que se han sucedido desde 1975 que España retomase el lugar que le corresponde en este escenario magrebí, entre los protagonistas y no los comparsas. Sobre esa parte, por lo tanto, no hay dudas sobre cuál es su voluntad. Y si los saharauis creen que España no debe pasarle el testigo a la ONU, que se pronuncien abiertamente, por ejemplo, ante el Congreso de los Diputados para que sus señorías oigan su voz. Pero, con traspaso o no a las Naciones Unidas, ¡que alguien haga algo para acabar con un indignante status quo!

P.D.
Pido disculpas, me equivoqué y en una primera versión (ya la he rectificado) dije que la convocatoria ante el Congreso de los Diputados era hoy. No es así, es mañana. Pero evidentemente, tanta novedad en plena primavera trastorna. Lo bueno es que, como es mañana, hay más margen para organizarse y darse un paseo por el Congreso.
Este artículo se publica con la autorización de Ana Camacho, periodista, activista intelectual y física, de los derechos humanos, que también se puede leer en su página de Internet En Arenas Movedizas.