España
Espacios Europeos (1/8/2018)
El Consejo de Ministros celebrado el pasado día 27 de julio ha aprobado la “reprogramación de las anualidades que afectan al Programa Especial de Modernización de las Fuerzas Armadas correspondiente al submarino S-80, con el objetivo de adecuar la financiación al actual calendario de pagos”, según la referencia del mencionado consejo.
Lo que viene a significar que se autoriza una nueva elevación del presupuesto anterior, en 1.771.703.930,42 euros, del programa del submarino S-80. Y ahora a redondear la excusa para justificar la subida: “Los Programas Especiales tienen unas características de financiación particulares que suponen la realización de continuas adaptaciones durante su desarrollo. En la actualidad, el Ministerio de Defensa tiene la necesidad de reprogramar el calendario de anualidades correspondiente al programa submarino S-80, que tiene como objetivo el diseño y construcción de cuatro submarinos no nucleares de alta tecnología y capacidades superiores a otros en servicio”, afirma la misma fuente.
Les cuesta, ¡eh!, decir que han aumentado de nuevo la cantidad a pagar, que no el coste, y punto.
Lo de este submarino es que es un sin vivir, una auténtica sangría de dinero a costa del erario público, que alguien debería investigar. Primero el elevado peso de ese S-80 supuso un incremento de 1.000 millones de euros, ya que sus kilos de más le impedía flotar. ¡Y no es una coña! ¿Cómo es posible que esto suceda?
Después al haber tenido que alargar su eslora, resulta que hubo que ampliar la dársena, pues el submarino no cabía en las llamadas “fosas de atraque” en Cartagena (Murcia). Esas obritas costaron la nada despreciable cifra de 16 millones de euros.
Entre Defensa y el astillero público Navantia se elaboró un nuevo presupuesto del S-80, que ha supuesto unos 1.800 millones de euros adicionales por cada unidad. Eso sí, ahora ese modelo de submarino se denominará S-80 Plus. O sea, más.
Ni la ex ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ni la actual portadora de la cartera, Margarita Robles, nos han dado una explicación convincente.