Una enfermedad: el Chauvinismo
Sin Acritud…
Pedro Godoy (25/5/2016)
El mismo barranco que separa la libertad del libertinaje o la autoridad del autoritarismo es el que distancia al nacionalismo del chauvinismo. Deriva de un francés, a la sazón personaje mítico, Nicolás Chauvin, al cual se le atribuyen encendidas piezas oratorias estigmatizando a Alemania y otras ensalzando a Francia. Las profería en las plazuelas de París durante la guerra franco-prusiana de 1870. Hay quienes añaden que una de sus características es que siempre esquiva la trinchera prefiriendo la tribuna. El derivado de su apellido sirve para designar una antigua peste. Su sintomatología consiste en cubrir de vituperios y asignar sólo vicios al país estimado adversario y mil virtudes al propio.
En nuestra América -inmediatamente después de la emancipación-, las élites locales en su afán por acentuar la fisonomía de cada república convertida en propiedad privada vigorizan el desdén y el recelo por el Estado vecino y, obvio, por su población. Tales