Una constitución forzada y a la carta…
Mi Columna
Eugenio Pordomingo (6/12/2008)
La Constitución Española, la de 1978, ha servido en días pasados como argumento de confrontación entre los dos partidos políticos con más implantación, aunque ahora PSOE y PP han dejado de lado esa trifulca. Unos quieren -o querían- reformar la Constitución; otros no. Otros afirman que sí, que hay que hacerlo, pero luego se olvidan de lo dicho. Da la impresión que la Constitución de 1978 es el santa santorum, nadie se atreve con ella. Es como si fuera un “castillo de naipes”, donde si se mueve una carta se desmorona toda la baraja.