EEUU y Rusia: ¿Hacia un nuevo orden mundial?

Putin y Erdogan.
Internacional
Nazanin Armanian (29/11/2016)
Al final hubo la “sorpresas de octubre” y la favorita en las encuestas fue derrotada, y la paz mundial pudo respirar algo tranquilo. Hilary Clinton, la reencarnación de la diosa Eris de discordia, dolor y matanzas desapareció para dejar el escenario a otro despojo del capitalismo más desvergonzado y salvaje, llenando el escenario de una inquietante incertidumbre. Mientras la apparatchik perdía por ignorar las necesidades del sistema (a pesar de haber recibido un aviso en 2012 al ser excluida del segundo gabinete de Obama), Donald Trump era linchado por la prensa de la “ortodoxia” por 1) desnudar al emperador” mostrando un EEUU misógino, racista, aporófobo, capaz de manipular el resultado de los votos como se hace en cualquiera otra dictadura vulgar, o de lo absurdo que es gastar el dinero de los ciudadanos (50 millones viven bajo el umbral de la pobreza) en mantener en el poder a las élites corruptas de otros países que viven como parásitos de EEUU, y 2) por querer lo mismo para la sociedad estadounidense que EEUU ha hecho en el mundo: la supremacía de una nación, un grupo y una clase sobre los demás naciones, grupos y clases, utilizando miedo, odio y otros sentimientos bajos de su audiencia para provocar conflictos y así ganar más poder y más influencia.